En las últimas horas y luego de semanas en las que su salud se había visto resentida, se registró el deceso de la dirigente comunitaria Yolanda Peluso, presidente de la Asociación Mutual 10 de Junio.
Tras destacar su accionar al servicio de la educación, la cultura y el servicio al prójimo, el concejal Maximiliano Barragán, presidente de la comisión de Cultura del Deliberativo local, informó que sus restos serán velados hasta las 9:30 de mañana en una de las salas de la empresa Flammini, en la esquina de 11 y 163.
Mucho podría decirse acerca de la fructífera trayectoria de Peluso, sobre todo en el campo educativo. En ese plano, sobresale el rol que cumplió en Berisso a partir de 1968, al ser designada por la Dirección Nacional de Educación del Adulto para comenzar a organizar el flamante centro educativo del sindicato de la carne “Armour- Swift”, misión que afrontó con una gran vocación y arduo trabajo.
Esa misión comenzaría a rendir sus frutos cuando en 1973, se fundó el Centro Educativo de Nivel Secundario Nº 16 (luego CENS 451). Por aquellas aulas, cabe recordar, pasaron cientos de adultos que se desempeñaban como trabajadores de los frigoríficos, los que encontraron así una opción que les permitió crecer como personas.
Para advertir los lineamientos que siguió su vida, y de su obsesión por la educación y valores como el de la solidaridad, puede resultar útil repasar un tramo del breve mensaje que pronunciara el año pasado, durante el acto en que la UNLP se hizo cargo del edificio del ex-Sanatorio de la Carne para comenzar a dictar allí carreras universitarias.
…“Cierro los ojos y aún retengo en mi retina la imagen de una clásica mañana de invierno: fría, gris, lluviosa… Un numeroso grupo de personas, fuerzas vivas, autoridades municipales, alumnos adultos del Centro de Capacitación bajo mi dirección en el Sindicato de la Carne; el secretario general Don Héctor Guana y otros representantes gremiales colocando la piedra fundamental donde se levantaría la hermosa Policlínica.
La cuota sindical de los trabajadores de la Carne contribuyó a financiar su construcción. Una construcción casi perfecta que incluía tres pisos, laboratorios, consultorios, gabinetes específicos, etc. Se inauguró en 1978 y fue modelo en su tiempo.
En 1983, con el cierre de los frigoríficos comienza su muerte lenta, la muerte lenta de un logro tan deseado. Pero estábamos los optimistas, los realistas que sabíamos juzgar las cosas en un ‘aquí y ahora’, los que movidos por la esperanza aspiramos siempre a mejorar el lugar del mundo en donde vivimos.
Berisso es un pueblo trabajador y el hombre está llamado a humanizar. El trabajo humano se reduce a quitar obstáculos, a estar siempre disponible a algo nuevo.
Sabemos que la construcción de una sociedad más democrática se hace en un marco de diálogo y concertación. Nada más acertado que este acuerdo con la Universidad Nacional de La Plata y su Facultad de Medicina.
Este acuerdo implica dar respuesta con responsabilidad para volver a dar vida a esta mole, mole donde la cooperación, el trabajo, estudio, solidaridad, mediante acciones concretas, se transformará en una fuente de realización de sueños siempre esperados”…
