En una nueva visita al distrito, el candidato a diputado de Avanza Libertad criticó con dureza a la que definió como 'la corpo política de siempre'.
El candidato a diputado nacional por el frente Avanza Libertad, José Luis Espert visitó la ciudad el domingo a primera hora de la tarde. Su misión fue la de reunirse con referentes locales del sector para encarar acciones conjuntas de campaña. En ese plan y teniendo en cuenta que se desarrollaba sobre Avenida Montevideo la jornada de cierre de la Fiesta Provincial del Inmigrante, recorrió junto al candidato local Raúl Massulini los diferentes stands de las colectividades, para entablar diálogo con vecinos locales.
En rueda de prensa, compartió además su análisis sobre las posibilidades del sector de cara al 14 de noviembre. “Estamos muy felices por lo que hemos hecho en la provincia. Duplicamos los votos con respecto al 2019 y como candidato fui el más votado por fuera de la grieta. Peleamos el tercer lugar con la izquierda y en noviembre la vamos a superar”, consignó.
Para Espert, esta segunda etapa de la campaña permitió forjar ‘un mensaje esperanzador vinculado al sentido común’. “Hay muchas ganas de la militancia de seguir trabajando por esta movida de sentido común que somos nosotros. Lo nuestro no es ninguna movida clasista, ni elitista, sino que apunta a la gente postergada, a la gente de trabajo que perdió las esperanzas por el país, a los jóvenes que se quieren ir, al jubilado, al policía. Tenemos mensajes esperanzadores pero basados en el realismo, no en andar regalando cosas como Kicillof, que es una vergüenza”, afirmó.
“La misma preocupación que existe en Ensenada y Berisso la hemos visto en el conurbano y tiene que ver con no llegar a fin de mes. Hay miedo a perder el trabajo y mucho temor por la inseguridad. El golpe que ha recibido la sociedad durante todo el año pasado que no pudo trabajar fue demoledor”, consignó también.
En relación a las propuestas que presenta Avanza Libertad, el dirigente remarcó que van en sintonía con medidas que aplican los países ‘donde la gente vive bien’. “Los argentinos tenemos que meditar muy profundamente. Algo mal debemos estar haciendo para llegar a tener la mitad de la población pobre y para que los jóvenes se quieran ir del país. Tenemos cuatro millones de personas viviendo en villas miseria, 3 de cada 10 chicos pobres no terminan la primaria, tenemos alumnos crónicos en la universidad, las empresas se van del país y seis millones de trabajadores en negro”, enumeró. “Argentina va camino a ser una villa miseria gigantesca haciendo las cosas que está haciendo. Independientemente del muñeco que pongas en el sillón de Rivadavia, hay cosas que todos hacen. Nuestra propuesta, enfrentada a este desastre en que se ha convertido la Argentina, es abrirnos al comercio mundial. Los países que prosperan tienen empresas que compiten con el mundo. En segundo lugar, los impuestos que tienen que pagar los que laburan y los que dan laburo hacen inviable cualquier negocio. Es necesario modificar las leyes laborales: si tenemos 6 millones de trabajadores en negro, ¿Cómo no vamos a cuestionar la leyes laborales?”, se preguntó.
Otro de los puntos sobre los que expone fuertes críticas es el del manejo y utilización de los denominados los planes sociales. “No puede ser que un plan social reviente las ganas de laburar de la gente. No puede ser que el plan social sea un atentado ante el espíritu emprendedor y de trabajo que tiene que tener la gente. Por eso hay que ponerle límites a los planes sociales, hay que hacer una auditoría para sacárselos a los atorrantes que lucran con los planes”, apuntó. “Lo que hay que hacer es estar obsesionado en meter a esa persona dentro del sistema, no defender derechos que no tiene. Hay que capacitarlo, formarlo, dándole incentivos al empresario para que lo contrate, eso es lo que hay que hacer con el beneficiario de planes. No armarle un “piqueterismo”. Es de malas personas que haya organizaciones sociales dedicadas a defender los derechos de quienes han quedado fuera de sistema. La obsesión de un buen argentino debería ser la de meter a esa gente dentro del sistema”, sentenció en el mismo sentido.
Finalmente, utilizó expresiones muy duras para referirse a quienes tildan a los libertarios de tener un ‘discurso peligroso’. “Somos peligrosos para el oficialismo porque ellos lucran con el hambre del pueblo. Queremos liberar a la gente de la esclavitud de la cual el Frente de Todos los hace adictos; la esclavitud de ser un ñoqui del Estado, de ser un beneficiario de planes. Somos los que queremos liberar al pueblo de esa esclavitud. Somos peligrosos para un modelo que ellos defienden, que es el modelo de la esclavitud. Por fortuna la gente se está dando cuenta de la trampa de la ‘corpo’ política de siempre, la de los Duhalde, los Kirchner, los Macri, los Vidal. Queremos aplicar cosas que en el mundo donde la gente prospera no se discuten”, concluyó.
