Impotencia y desazón se combinan en el ánimo de los integrantes del Centro de Educación Física 67 dados los reiterados robos de los que viene siendo blanco su base de campamento en Isla Paulino.
Entre 2021 y lo que va de 2022 los ilícitos apuntados suman al menos cinco, en todos los casos denunciados ante responsables de la comisaría Primera.
Mientras tratan de atar cabos para tratar de confirmar hipótesis respecto de presuntas responsabilidades, directivos e integrantes de asociación cooperadora repasan que a lo largo del año pasado se registraron en el lugar la rotura de vidrios y mosquiteros en las habitaciones en las que antiguamente funcionaran aulas (enero); la extracción de la parrilla con el que cocinan los diferentes contingentes que pasan por el lugar (marzo); y la rotura de un candado y el hurgo de una garrafa para anafe con la que cocinan los contingentes (octubre). En lo que va de este año, en ambos casos en marzo, se registraron el robo de una batería solar y reflectores solares otorgados a través del programa PERMER y un episodio de destrozos del plafón exterior más vandalismo contra la cocina, a la que tiraron objetos desde la ventana aunque sin ingresar.
Cabe recordar que responsables del Centro de Educación Física procuran que el espacio, en donde funcionara la antigua escuela de la Isla, sea cedido en forma definitiva a la institución, que desde hace años trabaja con numerosos contingentes de estudiantes, que viven allí valiosas experiencias de aprendizaje y vinculación para complementar su formación en escuelas públicas del distrito.
