Su familia espera que avance en IOMA un trámite para que la pequeña pueda acceder a la silla que necesita conforme a lo recomendado por su fisiatra.
Delfina tiene 10 años y parálisis cerebral. Por recomendación de la fisiatra, sus padres iniciaron el año pasado un expediente en IOMA para cambiar las sillas que utiliza. El pedido sigue sin respuesta.
Una imagen en el hall de la obra social que en los últimos días hizo pública su papá Mariano hizo conocido el caso, generando indignación.
Mariano pidió la silla de ruedas y otros elementos que necesita su hija de 10 años en abril del año pasado. La respuesta, positiva, llegó a los 7 meses. Pero, cuando fue a buscarla a Capital Federal, no se adaptaba a las necesidades de Delfina, que padece un cuadro de cuadriparesia espástica (parálisis cerebral). Rechazó el trámite e inició un nuevo expediente el 16 de diciembre. Por el momento sólo obtuvieron una reposera de baño. Por eso, y ante la falta de respuestas, la familia decidió hacer pública la situación.
El elemento es urgente para Delfi. “La silla con la que está la tiene hace dos años y le queda chica. Esto le complica la salud. Debido a su crecimiento, le puede hacer mal la columna, entre otras secuelas. A mí me están descontando de la obra social. Por eso reclamamos lo que nos corresponde frente a la maldita burocracia de IOMA”, detalló con tristeza el padre, explicando que la silla fue licitada dos veces, pero nunca llegó.
Delfina va a la escuela con su terapeuta en una silla postural y usa también una silla de traslado. Pero la fisiatra recomendó, dado el crecimiento de la pequeña, la renovación de modelos. El objetivo es que no se lesione. Mientras espera la respuesta de la obra social, Delfina utiliza una silla que debió ser adaptada con un asiento de auto y una funda confeccionada por su abuela.