Desde hace aproximadamente dos meses, los vecinos de la zona de 26 y 156 comenzaron a manifestar su malestar por los efectos del basural localizado en inmediaciones del Corralón municipal.
“Parece una foto de la Ceamse”, describe el concejal Pablo Swar (Juntos), quien canalizó la inquietud.
Conforme a lo que describió, algunas familias cruzan el arroyo para poder revolver la basura y rescatar alimentos y otros objetos considerados de valor. El cruce en balsas improvisadas se hacía a la tardecita, hora en que llegaban los camiones identificados como municipales para arrojar los residuos.
Ese es el costado social de una denuncia que tiene además su dimensión ambiental. Es que, según expuso Swar, días después, el espacio que ocupa más de media manzana comenzó a prenderse fuego. El humo se extendió hasta la vecina localidad de Ensenada y los bomberos trabajaron durante días para poder sofocar los diferentes focos ígneos.
El caso fue denunciado por el concejal con el acompañamiento de la ONG Nuevo Ambiente en la OPDS, organismo que inició un expediente e inspeccionó el lugar. Swar desconoce el estado en el que se encuentra el trámite y si el organismo de control intimó al Municipio para que adopte alguna medida tendiente a sanear el terreno afectado. Atado a esto, se detectaron problemáticas vinculadas a la salud de la población como asma y brotes en la piel.
El concejal opositor aseguró que los camiones que ingresan están claramente identificados como pertenecientes al municipio, mencionando que los residuos habituales y no habituales que se mezclan en el predio serían resultante de la labor que llevan adelante las “cooperativas”. Al no recibir ningún tipo de tratamiento, indicó el edil, se generan gases y focos ígneos difíciles de combatir.
“Había al menos 1.500 cubiertas de auto. Sobre esta montaña de ruedas creció una especie de enredadera. Todo esto larga un producto que penetra en la tierra y contamina las napas de agua. Por otro lado está el tema del humo, que trae consecuencias respiratorias”, detalló.
Incumplimientos
Maximiliano Heredia, presidente de la ONG Nuevo Ambiente aseguró que hace años trabajan con la temática de basurales a cielo abierto en Berisso. El anterior pedido de informes realizado databa del 14 de mayo de 2019. “Cambian las gestiones, pero el problema continúa”, planteó.
Este tipo de presentaciones se hace en base a lo que establece la Ley 13.592 de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, que en su artículo 7 estipula que “a fin de cumplimentar la programación del programa de RSU, el municipio debe presentar una propuesta ante el Ministerio de Medio Ambiente, antes OPDS”, hecho que según afirmó el referente de la ONG, no se cumple. “Tampoco se cumple lo que marca el inciso “B” cuando dice que hay que hacer un estudio de impacto ambiental sobre las rutas por donde circulan con los residuos, centros de procesamiento y los espacios de disposiciones final”, indicó, advirtiendo que si bien es cierto que parte de la recolección se deposita en la Ceamse, también es cierto que para evitar el pago, otro tanto “se vuelca en espacios a cielo abierto y se cubre con tierra”.
Entre las consecuencias, mencionó, figura la contaminación de napas y la creación de suelos inestables donde luego incluso llegan a extenderse algunos barrios. “Una política sería generar la menor cantidad de residuos posibles para, posteriormente hacer una separación en origen, que hoy no existe en Berisso y Ensenada. El estado es el responsable de esa política que no se implementa”, definió. “Las políticas deben tomarse junto con la sociedad, más allá del color político que gobierne. Para eso están las leyes, las que no se respetan”, afirmó en la misma tesitura, considerando que el hecho de que hay vecinos que conviven con basurales “es tangible y está a la vista”.
Otros planes
Danilo Cagliardi, subsecretario de Servicios Públicos y Mantenimiento y funcionario que llevó la voz cantante sobre el tema en representación de la Comuna en estos días, expuso que se trata de un problema ‘que lleva décadas’. “Se ha utilizado este lugar como basural durante muchos años”, puntualizó, asegurando que el incendio del 22 de abril se inició en forma intencional y que las llamas, detectadas por los serenos, fueron sofocadas por personal de bomberos en horas de la misma noche.
Conforme a lo que especulan en el seno del gobierno comunal, al otro día desconocidos habrían ingresado al predio para regar el material allí depositado con combustible y generar nuevos focos ígneos.
“No se midieron los perjuicios que se ocasionan a los vecinos del lugar. Del incendio quedó una quema de la que aún continúa emanando humo. Fue un mes de esfuerzo para remover y apagar el fuego”, advirtió Cagliardi.
En relación a las medidas adoptadas por la Comuna, mencionó que se contrató maquinaria específica y que se está arrojando tierra para ir saneando el lugar. “La política de Fabián Cagliardi fue la de erradicar los basurales en la ciudad. Tenemos los tickets de ingreso a la Ceamse que avalan nuestro manejo con los residuos. Son baurales que vienen desde hace tiempo, como el que se generó en Palo Blanco durante la gestión de Cambiemos. Ellos utilizaban este lugar como espacio de deposición final. Cuando iniciamos la gestión contratamos máquinas para liberar el espacio que habían ocupado en el Corralón”, afirmó.
“Estamos trabajando con el Ministerio de Ambiente que nos brindó maquinaria. Nuestro plan es poder recuperar el lugar para los vecinos, sanearlo y arbolarlo para que los vecinos puedan disfrutarlo. Quedaría como pulmón de un nuevo barrio que se está construyendo en la zona”, definió finalmente.
