La vicepresidente reunió a su tropa y volvió a marcar diferencias respecto del presidente Alberto Fernández, mientras renunciaba el ministro de Economía.
La vicepresidente Cristina Fernández eligió Ensenada, histórico territorio amigo, para encabezar este sábado un acto por el aniversario de la muerte del general Perón, desdoblado del que el presidente Alberto Fernández encabezara en la jornada previa en sede de la CGT.
A las columnas llegadas en micros desde numerosos puntos del conurbano se sumó una integrada por militantes y funcionarios del gobierno comunal berissense, encabezada por el intendente Cagliardi. También dijeron presente otras figuras del peronismo local, como los ex-intendentes Enrique Slezack y Carlos Nazar y el ex-presidente del Concejo, Oscar Colombo.
Dentro del Gimnasio Municipal ensenadense, espacio elegido para el encuentro, la cabecera estuvo reservada a la presidente del Senado, en compañía del intendente anfitrión Mario Secco y el intendente de Berazategui, Juan José Mussi.
En su discurso, la ex-Presidente destacó la acción del movimiento obrero de la región para que Perón recupere su libertad y llegue a la presidencia. También volvió a hacer alusión a la ‘lapicera’, objeto que mencionara en otras oportunidades como símbolo de poder.
“El mejor homenaje que le podemos hacer a Perón es ver lo que hizo y tratar de acercar el bochín un poco”, expresó. “La realidad se cambia desde el Estado como hizo Perón muchachos, los sindicatos existían antes de Perón. Hay sindicatos fuertes cuando hay políticas públicas fuertes, y si no acordarse de los años 90”, consignó también.
En otro tramo del mensaje, convocó a ‘construir poder desde el campo nacional y popular’ y en lo que constituye una paradoja de la que ya se habló repetidamente, deslizó críticas a la política económica del gobierno, haciendo alusión a recetas con las que el país podría salir de la actual situación de crisis. “Me voy a reunir con quien me tenga que reunir para solucionar el problema”, advirtió en otro tramo del mensaje, luego de que el intendente Secco declarara su admiración por la mandataria. “Nunca conocí a alguien que tenga tanto coraje”, había dicho el jefe comunal, entendiendo que Cristina Fernández es ‘la vanguardia’ y blanco del ‘ataque del liberalismo’. “Si hoy gobierna el peronismo, es gracias a ella”, afirmó por ejemplo.
Más allá del folklore y de la nueva profesión de fe de sus seguidores incondicionales, el discurso de la vicepresidente pasó rápidamente a segundo plano al hacerse pública en simultáneo la decisión del ministro de Economía Martín Guzmán de dejar su cargo, abriendo otra instancia en las luchas intestinas del Frente de Todos, que en las próximas horas determinarán cuál será el rumbo inmediato del gobierno.
