Integrantes del espacio político Liber.Ar Berisso trabajan en una iniciativa que tiene como objetivo generar un nuevo esquema de Estado, que tome como ejes los de la austeridad y la eficiencia.
Desde el espacio indican que el plan apuntará entre otras cosas a achicar y aunar secretarias, anular gastos innecesarios, fomentar el empleo y la producción, auditar la nómina de empleados y crear un canal para transparentar la labor legislativa y ejecutiva, destrabando trámites burocráticos.
“Aunque parezca una utopía, no lo es, si tomamos como ejemplo países con escasos recursos que adoptaron políticas liberales para salir de crisis como Finlandia, Noruega, Australia, Canadá, Israel, Italia y muchos más”, reflexionan desde el sector.
En ese punto, aseveran que el modo en que se gestionó durante los últimos 75 años de la historia política argentina derivan en “el fracaso y degradación de la nación, haciéndola pasar por innumerables crisis sociales”.
“Esto no es nuevo, como tampoco son nuevas las recetas políticas impuestas durante estos años”, argumentan en el mismo sentido, críticos de políticas clientelistas y de modelos que abonan el enriquecimiento de la clase política.
El caso de superación de crisis que ponen como paradigma es el de Israel, advirtiendo que en seis semanas, “sólo haciendo ajustes en el Estado” consiguió reducir la inflación de un 500% al 16% anual.
A la vez, proponen un ‘guiño al liberalismo’, entendiendo que se trata de una vía para enfrentar con otras herramientas una situación que describen como de “notoria división social, degradación moral y cultural, fracaso económico, altísimos niveles de pobreza, delincuencia exponencial, corrupción, ineptitud e indolencia en los diferentes poderes, gran desocupación e inflación”.
Por ejemplo
En pos de pensar un Estado diferente al actual, particularmente en el plano local, Liber.Ar Berisso propone a través de una iniciativa en la que trabaja el vecino Miguel Martínez, reformular el organigrama comunal por ejemplo en áreas que abarcan temas culturales y sociales.
“Hoy vemos que áreas como Cultura, Deporte, Turismo y Promoción Social, que tienen un objetivo social común, están separadas”, establecen, poniendo de relieve que reducir el número de organismos permitiría trabajar con mayor eficiencia en la generación de eventos, sin superponerse y evitando trabas burocráticas.
Una estructura municipal austera, pero dinámica y eficiente, consignan del mismo modo, permitiría abrir oportunidades al sector privado, para la generación de empleo genuino y para poder salir de una lógica en la que el Estado aparece como el principal sustento de una economía en crisis.
Otra mirada del Estado, subrayan, permitiría generar un importante ahorro en gastos relacionados con alquileres, mantenimiento edilicio, servicios, comunicación, mobiliario, etc. Pero a la vez, y particularmente en el plano cultural, el que usan como ejemplo, permitiría por ejemplo “revalorizar y readecuar los espacios naturales como fuente generadora de trabajo; crear un espacio cultural revalorizando locales cerrados y un corredor cultural en conjunto con las diferentes sociedades; fomentar la inversión privada en bares temáticos; atraer la atención de empresarios relacionados con propuestas deportivas o apoyar a autores literarios locales para que puedan editar sus obras”.
