Durante la década del ’50, vecinos de la zona, inmigrantes y baqueanos comenzaron a reunirse buscando dar forma a una institución que diera respuesta a las necesidades de El Carmen. El 7 de septiembre de 1952 se realizó la asamblea fundacional y se designó a Laudelino Acuña como primer presidente del Club.
En la esquina de 37 y 126 se erigió el edificio de la sede, que fue creciendo de la mano de las posibilidades, siempre con un ojo en las necesidades de la comunidad. Se sumaron así nuevos espacios, hasta construir el tinglado actualmente a la vista. En la década del ‘80 se consiguió sumar además un predio deportivo ubicado en 39 y 129.
El Club siempre tuvo un perfil social y respondió a las demandas concretas que se iban presentando como consecuencia de la proyección urbana: el jardín de infantes, la salita de primeros auxilios, la estafeta postal tuvieron su sede en esa esquina.
Además, la institución barrial se encargó de organizar los tradicionales corsos del mes de febrero. Con lo recaudado se compró el terreno para la salita y la comisaría.
“El Club siempre fue nexo entre la comunidad y otras instituciones. Fue el que intermedió cuando se puso el gas. Siempre estuvo atento a las necesidades de la comunidad. En su momento era un punto en común en lo afectivo, barrial, comunitario. Hoy se mantiene, pero hay actividades que no se pueden llevar adelante, como el corso. Ahora la prioridad es brindar contención”, describe Gerardo Mannarino, actual vicepresidente de la institución.
Con la colaboración de comerciantes, otros vecinos y organismos municipales, el Centro de Fomento también trabajó en pandemia para asistir con viandas a los vecinos más necesitados. Usualmente, además, colabora con Defensa Civil y Bomberos voluntarios para tender una mano a habitantes de la zona ante eventualidades meteorológicas.
La demanda va mutando, pero la vocación por estar al pie del cañón es un valor constante. Por estos días, se trabaja intensamente en tratar de afianzar y proyectar propuestas deportivas. Además, en la sede funciona un Centro de la Tercera Edad, un Centro de Formación Profesional y una oficina del CPA (organismo de prevención de adicciones del Ministerio de Salud). También se brinda un servicio de odontología a partir de un convenio con la UNLP.
Actualmente, los socios son alrededor de 150 y pagan una cuota simbólica de 50 pesos. Reafirmando su condición social, la institución no exige el pago de cuota a quien atraviesa un momento de incertidumbre en el plano económico; de hecho, de 112 chicos que practican fútbol, sólo 18 efectúan un aporte a través de esa vía.
Reafirmando su condición de espacio de contención, el Club también entrega regularmente viandas y sirve la merienda en un SUM que pudo acondicionarse en parte con un subsidio que recibieron los clubes de barrio. Junto a la Municipalidad se procura avanzar ahora en la mejora de las canchas de fútbol y hockey, así como en los espacios en los que funcionan las escuelitas de básquet, patín y taekwondo.
Festejos
El acto protocolar para celebrar los 70 años se llevó adelante el mismo 7 de septiembre, con el acompañamiento de referentes de otras instituciones y autoridades locales. En ese marco se descubrieron placas alusivas a la fecha, reconociéndose además al actual presidente del Club, Pedro Enrique Robilotta.
El pasado domingo la celebración fue junto a socios y vecinos, en el marco de una fiesta en la que hubo sorteos, baile y artistas invitados. También se reconoció a Don Pedro, quien cumplió 70 años como socio.
En la institución pueden contarse muchas historias entrañables. Sin ir más lejos, el padre del actual vicepresidente fue tesorero y uno de los organizadores de los corsos. Gerardo, que le seguía los pasos en cada celebración, cursó el Jardín de Infantes en esta sede. “El club me dejó amigos y espero que las nuevas generaciones puedan cosechar ese sentimiento de pertenencia que marcó a varias generaciones”, pronuncia como deseo tras la mirada retrospectiva.
Al festejo se sumaron entre otros representantes de la Comuna, los concejales Silvina Di Renta, Mariana Astorga, Pablo Swar, Matías Nanni, Natalia Moracci y Mariana Miño, el ex-intendente Jorge Nedela, y el presidente de LISFI, Christian Fernández.
Los asistentes pudieron disfrutar de los shows en vivo de Tony Caribe y Andrea Silvestro. Además se sortearon más de 130.000 pesos en premios gracias al aporte de comercios y empresas de la zona.
