Para José María Lojo, presidente del Consorcio del Puerto La Plata, el proyecto representa una importante posibilidad de desarrollo para la Argentina y en especial para la región.
El presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, José María Lojo, ofreció días atrás en el Concejo Deliberante de Berisso una charla informativa sobre el proyecto que postula la puesta en servicio del ‘Canal de la Magdalena’ como vía navegable del Río de la Plata y de comunicación con el sistema fluvial de la República Argentina.
Entre sus apreciaciones iniciales, el expositor estableció que la ruta navegable argentina presenta al Río de la Plata como un estuario que ofrece ventajas en muchos aspectos, aunque presenta como característica negativa su escasa profundidad. “Por el tamaño de los barcos actuales necesitamos mayores calados. Nuestros canales están diseñados desde hace muchos años, no son eficientes y tampoco absolutamente seguros, lo que hace que se aumenten los costos, algo que pagamos todos”, transmitió al auditorio, integrado entre otras autoridades locales por el intendente Fabián Cagliardi y la presidente del Concejo Martina Drkos.
Lojo remarcó que desde los ‘90, cuando se concesionaron las rutas fluviales, los barcos deben pasar por Montevideo. “Los buques que ingresan por el Río de la Plata tienen varios inconvenientes, ya que el paso por Montevideo no es recto y deriva en un mayor recorrido. Se navega así de manera transversal, y por un canal (el de Punta Indio) que tiene sólo cien metros de ancho, lo que produce demoras. Cuando se cruzan dos barcos, uno debe esperar, encareciendo costos”, describió, indicando que cada día de atraso significa miles de dólares que después “se trasladan a los productores y a los consumidores”.
“En el Puerto La Plata tenemos un flujo regular de barcos, pero nos encontramos con estos problemas de recorridos irregulares y más largos que además atraviesan aguas de otros países. La solución para esto es contar con el canal de la Magdalena integrado y completando el sistema actual”, apuntó el presidente del Consorcio del Puerto local, mencionando que eso no representa la anulación del canal Punta Indio para quienes necesiten utilizarlo.
En pos de sumar argumentos, aseguro que esta nueva vía de navegación aumentará la velocidad de los viajes, evitará las interferencias en el canal de Montevideo y se convertirá en una ruta directa hacia el sur.
“Además, cuando haya esperas, los servicios se contratarán del lado argentino y no como hasta ahora, en Uruguay”, añadió, definiendo el proyecto como el de una obra “estratégica para el desarrollo”.
En términos operativos, indicó que la nueva vía puede ser dragada a 42 pies, que es lo que requiere la navegación moderna, y a la vez alcanzar un ancho de 150 metros, para dar mayor amplitud de maniobra y posibilitar que sea atravesado por dos buques a la vez.
“Nuestro Puerto es el único de la región que podría tener también los 42 pies necesarios”, subrayó, observando que la tendencia en construcción de barcos apunta a hacerlos cada vez más grandes para efectuar menos viajes.
“Aquí surgen cuestiones de soberanía y geopolítica, porque para ir al Sur, hoy se debe pasar por Uruguay, lo que quiere decir que la Argentina, que tiene un 42 por ciento de superficie fluvial, no cuenta con vínculo entre ríos y mar. El canal de Magdalena está relacionado con la navegación, la logística y con la idea de que los altos costos atentan contra los productores. Además se trata de un enfrentamiento entre el concepto de soberanía y los intereses de las corporaciones”, afirmó luego Lojo.
Finalmente, expuso que ‘aunque parezca increible’ los puertos de La Plata, Buenos Aires y Rosario ‘no tienen salida directa al mar’. “es la misma situación que pueden tener Bolivia o Suiza, ya que debemos pasar por otro país para alcanzar aguas marítimas”, afirmó.
Cabe mencionar que el año pasado el Ministerio de Transporte aprobó el informe final de la Audiencia Pública Ambiental para la ejecución del proyecto, pero las obras todavía no tienen presupuesto asignado, por lo que todavía no comenzaron.
