La sede del bar Raíces del Dawson, en la tradicional esquina de Nueva York y Marsella fue la elegida por Darío González para presentar días atrás su libro “El mal del sauce y aguafuertes berissinas” que reúne en 130 páginas cuentos cortos que recorren los recuerdos, anécdotas y vivencias de la infancia y juventud del escritor, con algunos pasajes en clave de ficción.
La velada estuvo moderada por la destacada escritora Ángela Gentile, quien además escribió y leyó el prólogo donde destaca que ‘la magia sucede cuando menos se espera y los misterios acontecen en los instantes precisos’.
“Las historias que componen este libro son las que Darío me relataba desde que éramos adolescentes; mientras íbamos camino al paraíso de Palo Blanco en algún entrenamiento del club Villa San Carlos”, reveló.
“Hemos revisitado las historias y me las ha prestado, como suele decir; pero en este libro está su forma de contarlas, su forma de permanecer y hacernos habitantes de un reino indescifrable” describe también Gentile en el prólogo.
Conocido por su trayectoria en el plano de la cultura y la política, González se desempeñó alguna vez como Director de Cultura y concejal. Además condujo los ciclos televisivos “Por la Noche” y “Con la magia de la noche” y colaboró con el libro “Diáspora griega en América” y “Los devoradores de Palo Blanco” y hoy, con 71 años, es miembro del Comité de Honor de la SADE, filial Berisso, como narrador oral.
En el marco de la presentación de su obra y en calidad de amigo del recordado Tino Ortiz, el autor entregó a Adriana González, una de las responsables del bar, el original del boceto del mural lateral que Tino pintara en la pared lateral de la Escuela Nº 2. De profundo valor emotivo e histórico, la pieza será en breve exhibida entre los ‘tesoros’ que exhibe el local.
