De la autoría del ex-senador Jorge Drkos, la obra reúne historias de más de 125 vecinos berissenses detenidos, desaparecidos y asesinados durante los setenta.
“Las vidas que nos faltan” es el título que eligió Jorge Drkos para reflejar en su libro anécdotas, historias, amores, alegrías y tristezas de más de 125 vecinos que fueron víctimas en Berisso de la violencia ejercida desde el Estado en los años ‘70.
La idea de reflejar en un libro la vida de personas detenidas-desaparecidas y asesinadas tomó especial fuerza en días de pandemia, en procura de materializar y poner a disposición de la comunidad el trabajo que desde hace años viene llevando adelante la Comisión Permanente por la Memoria, entidad que trabajó recuperando los nombres y confeccionando el registro de quienes fueron víctimas de la seguidilla de gobiernos de facto que comenzó a fines de los ’70.
“Buscamos dar contenido a esa lista que se lee cada vigilia; saber qué hacían en su vida cotidiana, dónde vivieron, dónde trabajaron”, detalla Drkos, asegurando que el desafío es poder recordarlos desde un lugar diferente y no sólo desde el dolor.
El paso del tiempo hizo que el trabajo no fuera sencillo. Las dificultades, en muchos casos, tuvieron que ver con encontrar familiares, vecinos o amigos que pudieran dar testimonio o reconstruir algún pasaje de la vida del militante. Fue, como lo define su propio autor, un trabajo de “arqueología cibernética”, que incluyó prolongadas sesiones de buceo en redes sociales.
En las más de trescientas páginas del volumen, figuran datos desconocidos para la mayoría de los berissenses: ¿Qué hecho disparó la novela de Henry Graham Greene que tiene como protagonista a una pareja de Berisso? ¿Qué dirigente militó con Roberto Santucho? ¿Qué vecina fue asesinada y participó de la película Boquitas Pintadas?.
Si bien la responsabilidad de plasmar en palabras los relatos fue de Drkos, la construcción fue colectiva. Fueron más de cien personas las que contribuyeron a tejer estas narraciones. “Son historias que merecemos conocer. Son parte de nuestro pasado, parte de nuestra historia y seguramente servirán para construir un futuro mejor para la sociedad en la cual vivimos. Se puede o no coincidir pero luchaban por una Argentina más libre y más justa”, consideró el autor.
El título del libro remite a las ausencias. ‘¿Qué hubiera pasado si estuvieran vivos?’, se pregunta Drkos y ensaya como respuesta que ‘Argentina hubiera sido un país diferente’. “Hay que recuperar su legado y su lucha por la Argentina que soñaron y por la que dieron su vida”, propone.
En la tapa del libro la foto se ve el Monumento a los Desaparecidos emplazado en el Parque Cívico y construido con piezas de las fábricas en donde trabajaron algunos de los protagonistas de estas historias.
La historia de la primera víctima identificada en Berisso remite al 14 de octubre de 1974, jornada en la que se preparaba la movilización del 17 de Octubre de ese año. Se apellidaba Leiva y fue asesinado en la puerta de la Unidad Básica de Barrio Obrero. Dos autos pasaron desde La Plata hacia la Montevideo y desataron una ráfaga de ametralladora sobre Juan Carlos, apodado ‘el Cuervo’. Durante el hecho hirieron a otros dos militantes. A pesar de que los llevaron al hospital para ser asistidos, Leiva no sobrevivió. A partir de ahí, el accionar de las fuerzas represivas se hizo sostenido y como recuerda Drkos, se daba sobre todo por la noche.
“El terrorismo de Estado comenzó antes del 24 de marzo de 1976, con la Masacre de Ezeiza, el 20 de junio de 1973. Ahí se inició la actuación de grupos parapoliciales que incrementaron su actuación luego con la persecución y asesinato de militantes populares. Del 20 de junio de 1973 al 24 de maro de 1976 se contabilizan aproximadamente 3 mil asesinatos y más de 9 mil desapariciones”, postula Drkos, aseverando que en la región operó la denominada CNU y que pudieron documentarse hasta el momento las historias de 20 víctimas.
El libro sigue una línea de tiempo que permite dar cuenta del devenir de las organizaciones y de los actores que las integraban. “Rescatamos en estas historias la convicción y militancia como único instrumento capaz de modificar la vida de la gente”, define finalmente Drkos. “Se trata de romper la inercia que la derecha intenta instalar para que no tengamos memoria y no recordemos estos hechos. Esas historias iban quedando y haciéndose desconocidas, por eso las escribimos”, sostiene finalmente.
El lugar elegido para la presentación no es aleatorio. Se trata de la sede de la Colectividad Helénica y Platón, la única que hasta el momento, conforme a lo que expresó Drkos “homenajeó a sus víctimas”. El acto se concretará por lo tanto en la casa de la colectividad griega, en 8 y 164, el martes 6 desde las 19:00.
