El viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, se había pronunciado por dejar de convocar a bomberos voluntarios para actuar ante incendios forestales.
A las ocho de la noche de ayer, las sirenas de numerosos cuarteles de bomberos de todo el país sonaron en señal de repudio a declaraciones efectuadas por el viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky, en las que se puso en duda la capacidad de actuación de los bomberos ante incendios forestales.
La medida fue impulsada por el Consejo Nacional de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina y contó con la adhesión de los bomberos berissenses, algunos de los cuales participaron en el combate de incendios forestales de grandes dimensiones que se registraron en diferentes puntos del país en los últimos tiempos.
“Los bomberos voluntarios son un capítulo aparte. Les pedimos a las provincias que los dejen de convocar para este tipo de incendios: no se apagan con agua; se combaten con herramientas sobre los terrenos y con descargas aéreas para enfriar las zonas”, había expuesto Federovisky en la intervención mediática cuestionada. En tal sentido, había deslizado que los bomberos voluntarios ‘no están capacitados ni preparados’ para combatir incendios forestales. “Están preparados para apagar incendios en un edificio en una casa. Es otra cosa”, expresó textualmente en otro tramo de las declaraciones que generaron la reacción de los bomberos de todo el país.
