Vecinos argumentan que va en contra del concepto de ‘espacio verde’, no respeta normas vigentes, no fue ideado para el uso de todo público y afectará la seguridad.
En los primeros días de diciembre, y luego de plantear su preocupación públicamente, vecinos de plaza Almafuerte se reunieron con el intendente Cagliardi para entregarle una nota mediante la que solicitaron que se desmonte una construcción en mampostería que comenzó a tomar forma en el paseo público semanas atrás.
“Queremos un espacio verde, libre de toda construcción, seguro para los niños que vienen a los juegos, para los adultos mayores que juegan al tejo, para los adultos que realizan actividades física y para todas las familias que visitan el lugar todos los días de la semana”, afirmaron desde el grupo vecinal, argumentando que la construcción va precisamente en contra del concepto de ‘espacio verde’ e incluso desconoce normas vigentes.
“Sabemos que en las plazas no debe haber ninguna construcción, más allá del monumento que la identifique. Debe ser un espacio totalmente verde, abierto a todas las miradas, para la tranquilidad de los concurrentes”, añadieron esta semana los vecinos.
Según describieron, la preocupación surgió cuando, de un día para otro, advirtieron movimientos extraños en la plaza, sin que nadie brinde información respecto de qué intenciones perseguían las acciones.
El caso es que, como supieron de boca de las autoridades (el Intendente y una referente del área municipal de la tercera edad), la intención era la de construir un espacio conformado por un baño, una cocina y un SUM de aproximadamente seis metros por cuatro, “para el uso exclusivo de un grupo ya conformado”.
Otro aspecto en el que se apoya el reclamo vecinal tiene que ver con la seguridad. La plaza es muy concurrida y transitada durante el día y la noche, al estar conectada con avenidas, destinos laborales, edificios educacionales y de salud.
“Esta construcción no permitirá visualizar quién transita y ya en este momento es escondite de protagonistas de actos vandálicos que están sufriendo los vecinos”, afirman, poniendo de relieve que luego de la conversación con el jefe comunal, no se obtuvo en los hechos una respuesta como la requerida, que no es otra que la del desarme a la brevedad de la obra iniciada.
La nota
La nota elevada al Intendente, fue redactada en los últimos días de noviembre por frentistas de calle 8. Allí, además de manifestar que la construcción aludida no está permitida por ley y se inició en forma arbitraria, se observa que la finalidad que invocan las autoridades al hablar de la obra es cumplida por el Club Almafuerte, club del barrio “que tiene todas las condiciones para que las personas de la tercera edad estén cómodas y cuidadas”.
“Necesitamos a la plaza limpia y en condiciones, cómoda para toda la gente que la visita los fines de semana y el día a día”, expresaron los firmantes, observando que allí acuden a menudo para dispersarse personas que cuidan familiares en la clínica Mosconi, abuelos que hacen tramites en el PAMI, así como alumnos y padres de la Escuela 6.
“Se necesitan bancos y mesas y bebederos para que la gente disfrute la hermosa plaza que tenemos”, contraponen, describiendo a la vez que, curiosamente, en ningún espacio público (Parque Cívico incluido) hay baños públicos.
Algo de historia
Al hacer público su pedido, habitantes históricos de las inmediaciones de la plaza recuerdan que en la década del ’90 caducó el permiso que autorizaba el funcionamiento del puesto de panchos ubicado en el predio, del lado de calle 8. A pedido de vecinos adultos mayores que vivían cerca, la Comuna cedió el mencionado puesto verde para guardar elementos relacionados con la práctica del tejo, actividad que congregaba a ese segmento de la población.
“Los mencionados vecinos ya no están entre nosotros y después del receso por la pandemia, el puesto verde sufrió tal deterioro que se encuentra inutilizable”, afirman ahora en el barrio, considerando también oportuno desarmar esa antigua construcción.
