El presidente Alberto Fernández, el ministro de Transporte, Diego Giuliano, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, encabezaron ayer, en compañía de los intendentes de Berisso y de Ensenada y de autoridades portuarias, el acto en el que se anunció el llamado a licitación para la obra de dragado del Canal Magdalena.
La obra, se afirmó durante el acto que tuvo lugar en jurisdicción del puerto regional, cuyas autoridades se manifestaron repetidamente a favor de la iniciativa, “permitirá contar con una puerta de entrada y de salida nacional hacia el océano Atlántico”.
Las alusiones presidenciales al proyecto incluyeron también un mensaje de tono partidario, teniendo en cuenta que se daban cita en el acto referentes de distintos sectores del Frente de Todos. “La división nuestra sólo permite que otra vez se frustre la construcción del Canal Magdalena, que no se generen puestos de trabajo y que Argentina una vez más vea postergada sus ilusiones”, alegó Fernández. “Miremos hacia el futuro para que la derecha maldita nunca más vuelva a gobernar la Argentina”, pronunció luego en tono de arenga.
El presupuesto estimado para la obra de dragado, profundización y ensanche del Canal, que desde el oficialismo es definida como “fundamental desde un punto de vista geopolítico, económico y de soberanía nacional”, es de 40 mil millones de pesos.
En los pliegos de la licitación se advierte que la obra (con un plazo total de ejecución de 28 meses) estará dividida en dos etapas, abarcando los trabajos de campo del Canal, con tareas de relevamiento y la ejecución del dragado de apertura hasta la profundidad de once metros (11m).
El actual nivel de profundidad de las aguas impide que los buques lo utilicen como vía de acceso a los puertos fluviales del Río de la Plata, el Río Paraná y el Río Uruguay. Por eso, un buque que tiene la intención de ingresar a puertos fluviales argentinos a través del Río de la Plata, debe esperar en una zona ubicada en aguas de uso común del Río de la Plata.
Conforme a la evaluación del gobierno, la obra del Canal Magdalena permitirá a los buques reabastecerse y esperar en zona marítima argentina, “generando al país nuevos servicios y puestos de trabajo”. Los impulsores del proyecto advierten además que “se logrará un importante ahorro en tiempos de navegación de los buques que transitan por el sistema de navegación troncal”.
“Estas mejoras, redundan en menores costos logísticos, lo cual tendrá un impacto positivo en las economías regionales y en los precios de los bienes transportados”, aseguraron fuentes oficiales.
Al referirse a la iniciativa, el ministro Giuliano subrayó que permitirá “el ingreso y egreso soberano a las aguas del Océano Atlántico, que se planificó en el 2013 durante el gobierno de Cristina”. Del mismo modo, indicó que en 2014 se llamó a licitación, “pero con la gestión de Cambiemos quedó abandonada”.
“La idea de la gestión anterior era la de una vía navegable corta, pero nosotros tenemos un concepto de una vía navegable amplia, que también conecta a través del Canal Magdalena a los puertos marítimos del sur, de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia Argentina. Por eso siempre planteamos que ese concepto que se tenía era el de achicar Argentina, pero nosotros queremos una Argentina grande”, argumentó, aseverando que desde el gobierno se apuesta a ‘abrir un canal y no una grieta’.
Para Kicillof, la del Canal Magdalena es “una obra indiscutible, que va a reducir las demoras, que va a significar un canal más ancho, más barato y por lo tanto también que nos va a traer ganancias en competitividad”.
Cabe recordar que en 2021, el gobierno nacional había creado la Unidad Ejecutora Canal Magdalena, en la esfera de la Administración General de Puertos (AGP) y que en menos de seis meses se terminó el trámite ambiental, se actualizaron los estudios de campo, y quedaron definidos los proyectos de pliegos licitatorios.
Entre otras tareas, se llevó adelante la audiencia pública con más de 40 oradores y se retomaron los cálculos técnicos para avanzar en las tareas necesarias de dragado y balizamiento del Canal.
Posteriormente, la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, organismo dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, realizó las consultas y ajustes necesarios al pliego, adaptando tanto pliegos particulares como técnicos a las normas de contratación administrativa vigente en el ministerio de Transporte para poder llevar adelante la licitación.
Ahora, como correlato del anuncio efectuado por el Presidente Alberto Fernández, se efectuó la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 226/2023 del Ministerio de Transporte de la Nación, que aprueba los pliegos y autoriza a convocar a una licitación pública para llevar adelante la obra de construcción del Canal Magdalena.
Soberanía y empleo
Para el intendente berissense Fabián Cagliardi, el Canal Magdalena será “una vía estratégica para el comercio exterior de nuestro país”. Al referirse al llamado a la licitación, el mandatario local celebró la decisión política de “avanzar con un proyecto que generará la reactivación de nuestro puerto, más producción y empleo y fortalecerá la soberanía nacional”.
Objeciones
A las razones que exponen autoridades gubernamentales y funcionarios portuarios para avanzar en la iniciativa, se oponen las que exponen algunos sectores representados por figuras como las de Fernando Morales, presidente de la Liga Naval Argentina, y Jorge Metz, primer presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, ex-funcionario del área nacional de Puertos en el gobierno de Cambiemos y uno de los pre-candidatos a intendente por el Pro.
Metz y Morales definieron ayer que el proyecto debería ser declarado ‘de inutilidad pública’, considerándolo una ‘gran nube de humo’.
“Son 40 mil millones de pesos que se podrán gastar en otra cosa”, expresaron, postulando que al gobierno ‘no le darán los tiempos’ para avanzar con el proyecto al que, según aseguraron, no adhieren referentes importantes de la comunidad marítima nacional.
Si bien no desconocen algunas bondades que presenta el proyecto en su calidad de obra náutica, los dirigentes subrayan que alrededor del 90% de los buques que ingresan al Río de la Plata ‘vienen del norte y nunca del sur’.
“Este gasto de 40 mil millones de pesos va a servir para el 5% del tráfico. A los demás les encarece los fletes”, argumentaron, considerando ‘falacias’ que el proyecto ‘vaya a salvar la marina mercante’ y que represente una cuestión de ‘soberanía’.
“Los buques que ingresan actualmente por el Canal Punta Indio no entran a Montevideo, sólo fondean frente a dicho puerto para tomar un práctico argentino”, advierten, preocupados por la posibilidad de que el gobierno deje de contribuir al mantenimiento del Canal Punta Indio, lo que según afirman representaría una violación al Tratado del Río de la Plata, firmado por el ex-presidente Juan Domingo Perón en 1973, para poner fin a la disputa de límites en las aguas que unen a Argentina y Uruguay.
