En un contexto de inestabilidad económica signado desde hace meses por elevados índices inflacionarios, así como por situaciones de disparidad cambiaria como la que se registró días atrás, los datos numéricos sobre la realidad laboral de los argentinos parecen no alcanzar para describir fielmente la situación que enfrentan los trabajadores.
Dado el marco de volatilidad, las mediciones de organismos estatales y de entidades privadas requieren actualizaciones permanentes, más allá de que el efecto pandemia parece haber quedado atrás.
La última Encuesta Permanente de Hogares efectuada por el INDEC en lo que hace al Mercado de Trabajo, arrojó como dato que en el cierre de 2022 la desocupación se redujo al 6,3% en relación a la medición anterior que rondaba el 7%.
El organismo también exhibe datos positivos en lo que hace a una recuperación en el indicador que calcula el empleo respecto de la población económicamente activa. Puesto en valores nominales, la población económicamente activa alcanzó en las últimas mediciones los 21,6 millones de personas, mientras que el empleo ascendió a 20,3 millones, unas 670 mil personas más que en 2022. Como contrapartida, la desocupación se redujo, afectando a 1.296.000 habitantes.
Trabajo informal
A pesar de las citadas notas positivas dentro de la turbulencia económica y financiera cotidiana, un dato que muestra luces rojas es el del empleo en negro que según lo publicado por el propio INDEC en los últimos cuatro meses del año pasado se elevó.
Un relevamiento efectuado en los 31 principales aglomerados urbanos concluyó que de 13,1 millones de ocupados, 3,5 millones son ‘no asalariados’, es decir personas que trabajan como cuentapropistas o son parte de emprendimientos familiares sin ingresos pautados. De esto se deduce que unos 9,6 millones son asalariados cumpliendo labores en relación de dependencia.
A esto se agrega otra preocupante instancia, ya que entre quienes perciben salarios 6,2 millones están realmente en blanco y que 3,4 millones (35,5% del total) actúan en la informalidad.
Disparidad por zonas y género
El informe deja ver por otra parte que se mantienen niveles de ocupación dispares en distintas zonas del país y centros urbanos de mayor población. Entre las áreas con mayor tasa de desocupación figuran por ejemplo Mar del Plata, con el 8,8%, seguida por Río Gallegos, con el 7,9%, además de partidos del Gran Buenos Aires.
En cuanto a la diferencia de ingreso por género, la misma se ubicó en un 28,6% en el tercer trimestre de 2022, ampliándose en comparación a mediciones anteriores. El diferencial da cuenta de una marcada masculinización de los cargos jerárquicos, gerenciales y empresariales.
Indicadores laborales
El Ministerio de Trabajo de la Nación presentó recientemente los resultados de una Encuesta de Indicadores Laborales, que refleja de manera general que en febrero de 2023 el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas, del total de los aglomerados relevados, se incrementó un 0,2% con relación al mes anterior.
Este incremento se fundamentó sobre los aportes de los sectores de la Construcción, la Industria Manufacturera y los Servicios financieros. Conforme a esos datos, se sostendría una tendencia de crecimiento que se observa desde julio de 2021.
En términos interanuales, la Cartera laboral observa un aumento del empleo de 2,1% y en relación a los meses de febrero de los años anteriores remarca una variación positiva de similar magnitud a la del año pasado y mayor a la de los cuatro años anteriores.
Del mismo modo, muestra variaciones positivas tanto en GBA como en el conjunto de los aglomerados del interior del país. La demanda laboral, expresada por la tasa de búsqueda, resultó menor que la del mes pasado, un comportamiento habitual observado en los meses de febrero de cada año. A su vez la proporción de puestos de trabajo que quedaron sin cubrir, medido a partir de la tasa de no cobertura presenta, en febrero de 2023, un valor superior al de enero.
Analizada en el mediano plazo, la proporción de puestos de trabajo que quedaron sin cubrir en febrero 2023 se ubica en un valor promedio para el período 2013 a 2018, cuando se daba un nivel de búsquedas similar al actual.
Sobre las expectativas netas de las empresas con relación a la contratación de personal para los próximos tres meses continúan siendo positivas (2,7%). Vale destacar que se observan análisis positivos para la contratación de personal en forma ininterrumpida desde febrero de 2021, es decir, más de dos años de manera consecutiva.
Conforme a la encuesta, el empleo presentó distinta intensidad de crecimiento de acuerdo al sector de actividad. Se destaca la tendencia en ascenso del sector de la Construcción que, luego de la caída estacional del mes de diciembre, recupera el comportamiento creciente de los últimos dos años. El aumento mensual del empleo en este sector ascendió un 1%.
En tanto, la Industria Manufacturera y los Servicios Financieros sostienen valores positivos, alcanzando un crecimiento de 0,3 y 0,4% respectivamente. Por su parte, el sector Comercio, Restaurantes y Hoteles arroja una variación positiva de 0,2%. Sólo en el sector de Servicios Comunales y Sociales se ve una leve caída del empleo (-0,3%).
