“Cuando me fui del espacio del Intendente no fue por una cuestión personal, sino por cuestiones ideológicas”, afirmó esta semana la concejal por el Frente de Todos Vanesa Queyffer, hoy en intensa campaña para intentar transformarse en sucesora de Cagliardi en el gobierno berissense. “Cuando me fui, algunos me cuestionaron. Cuando vieron lo que pasaba y cómo se desarrolló la gestión se dieron cuenta. Hoy nadie me pregunta nada. Lo ven”, subrayó.
Tras afirmar que quien no entiende que dentro del peronismo se puede pensar distinto, ‘no entiende o no conoce la historia del peronismo en Berisso’, la pre-candidata reconoció que mantuvo diálogo con distintos referentes del Frente de Todos a nivel nacional y provincial. En tal sentido, y reafirmando su condición de kirchnerista-cristinista, sostuvo que ‘será orgánica’ con lo que se decida respecto de candidaturas nacionales y provinciales. “Después nos sentaremos con los compañeros de nuestro espacio para definir la cuestión loca”, expuso, aunque aclarando que la urgencia hoy debe estar en encontrar herramientas para enfrentar la inflación y colaborar “para salir de esta situación que preocupa a los vecinos”.
Posicionamiento y prioridades
“Hoy se percibe en Berisso falta de atención a necesidades básicas. Los que nunca dejamos de estar en los barrios, vemos que hay situaciones que empeoraron, más allá de otros logros que hay que defender como proyecto”, definió Queyffer. “Vimos desaparecer los comedores comunitarios durante el gobierno de Cristina y después los vimos, con mucho dolor, reaparecer y hasta ser inaugurados por funcionarios”, describió luego, considerando que esa degradación afectó también al trabajo, el comercio y la clase media, aunque aclarando que “hay una diferencia enorme entre este gobierno, que le da aumento a jubilados, mientras otro le recortaba el 13%”.
La dirigente afirmó que la mercadería que el Estado reparte en los barrios no alcanza. “No tenemos que prometer, sino comprometernos, porque la gente está desesperanzada. Acá hay una gestión que prometió y no cumplió en lo más básico”, sostuvo.
Respecto del gobierno de Cagliardi, al que adhirió durante casi dos años luego de compartir campaña en internas y general, Queyffer observó que se gestionaron obras ante las administraciones nacional y provincial, aunque sin tener claras prioridades. Objetó, por ejemplo, que se piense en una plazoleta en el ingreso a la ciudad mientras a cinco cuadras “no se levanta la basura, no se limpia un zanjón y hay ratas grandes como perros”, considerando que no se invierte en la resolución de temas como la colocación de lamparitas, la recolección, el arreglo de calles. “En el Corralón no hay ni para repuestos”, cuestionó.
“Son cuestiones primarias por las que tendríamos que estar trabajando. No nos ocupamos de esto por hacer las grandes obras, que además no las terminamos”, criticó, declarándose preocupada también por la entrega de ‘comida podrida’ a través del SAE.
