Gonzalo Zaiz, agente productor registrado en la Comisión Nacional de Valores (MN 1680), describe las ventajas de invertir en el proyecto productivo estrella de la Argentina.
En los primeros años de la década del ‘20 del siglo pasado, el brillante geólogo estadounidense Charles Edwin Weaver, contratado por la Standard Oil de California, exploró la zona de Neuquén y Mendoza y describió, en las laderas de la sierra de Vaca Muerta, una nueva «roca generadora», como llaman los geólogos a este tipo de material.
Esta formación geológica de tiempos del jurásico, tiene como característica ser poco porosa y casi impermeable. Es en este tipo de rocas donde se originan los hidrocarburos, tras un extenso proceso geológico. Una parte de estos hidrocarburos migra a material más poroso y permeable que luego es captado en el proceso de extracción convencional.
Durante muchos años no existía la tecnología necesaria para explotar estos recursos no convencionales. Eso cambió y hoy el potencial es enorme. El proceso en marcha asociado a Vaca Muerta permitirá en breve que la Argentina pase de ser un país importador de energía a uno exportador, generando una clara veta de oportunidades para inversores en todas las escalas.
El berissense Gonzalo Zaiz, agente productor registrado en la Comisión Nacional de Valores (MN 1680), describe que el mercado de capitales se encuentra capitalizando a las empresas pymes del sector Oil & Gas a un ritmo inédito, lo que genera una rápida transferencia de fondos frescos hacia el mercado de capitales y desde este a la economía real.
“El impacto que esto genera es enorme. Vemos día a día cómo, gracias a este flujos de fondos, las citadas pymes -no sólo las petroleras sino también las de servicios- logran optimizar los procesos, mejorar la calidad de los productos y en definitiva crear empleo de calidad”, apunta Zaiz, al frente de la firma Dinero Simple, con oficinas en calle 12 Nº3596 de Berisso.
El circuito, sostiene, está muy bien implementado. Hoy, estas pymes pueden descontar en el mercado de capitales cheques en un día, o las facturas de crédito electrónicas emitidas por grandes empresas de manera simple, mediante las plataformas de las sociedades de bolsa.
“Los que trabajamos en mercado de capitales venimos remarcando la necesidad de que el inversor minorista deje de lado herramientas que no siempre son las adecuadas, como el plazo fijo, invirtiendo en un proyecto productivo que además de generar mayores rendimientos para el inversor, terminan impactando positivamente en la economía real, creando nuevos puestos de trabajo”, expresa el experto, añadiendo que en lo que hace a empresas y pymes, una oportunidad para no perder de vista es la de emitir un título valor mediante el mercado de capitales.
“Hoy el mercado de capitales no es más aquella entidad distante y cerrada. Cambió mucho y está abierta a nuevos negocios y a las empresas pujantes que necesiten financiamiento”, sostiene Zaiz. “El Mercado se presenta mucho más flexible que un banco, ya que mediante un asesoramiento personalizado, una empresa no sólo se puede financiar a corto plazo mediante el descuento de facturas y cheques, sino también estructurar financiamiento de gran envergadura que, combinado con ingeniería financiera, en muchos casos consigue que las tasas tiendan a cero o incluso sean negativas”, expone luego.
El proyecto Vaca Muerta, sin dudas contribuyó a fortalecer el mercado de capitales. El éxito y potencial del proyecto atraen y generan confianza en los inversionistas, tanto locales como extranjeros. A la iniciativa se plegaron nuevos actores, al tiempo que se promovió el desarrollo de instrumentos financieros especializados, como bonos energéticos y proyectos de inversión específicos.
Conforme a lo que pone de relieve Zaiz, la interacción entre el mercado de capitales y el proyecto Vaca Muerta fue mutuamente beneficiosa: el acceso a financiamiento permitió el desarrollo y la expansión del proyecto, mientras que el éxito y el potencial de dicho proyecto fortalece al mercado de capitales, atrayendo inversiones y generando oportunidades económicas.
Esta relación positiva se cimenta en un criterio de sostenibilidad, que posiciona al proyecto Vaca Muerta como un claro referente mundial en la industria de petróleo y gas no convencional.
Entre las empresas con las que el inversor minorista puede proyectar la figuran YPF, PAE, Total Austral, Tecpetrol, Shell, Vista Energy, ExxonMobil, Pluspetrol, Pampa Energía, Capex, PRG, CGC y Chevron. La recomendación, claro está, es hacerlo siempre con el asesoramiento de un agente productor matriculado.
