La pre-candidata de la lista 298 cuestionó una ‘maniobra’ del oficialismo, que según expone, privó al sector de obtener mayor volumen de votos en la primaria.
“Cortá boleta” fue el slogan que distinguió la campaña realizada por el sector que compitió el domingo a través de la lista 298, encabezada por Vanesa Queyffer, ya confirmada como candidata a intendente.
Si bien se utilizó como herramienta electoral el sello de la fuerza “Todos por Buenos Aires” la campaña estuvo concentrada estrictamente en la propuesta del sector a nivel local.
Hacia el mediodía del mismo domingo, Queyffer se refirió a una situación que según describió, afectó a su lista en unos 22 centros de votación. Concretamente, denunció que fiscales del oficialismo, instruidos por el propio Intendente ponían reparos a la colocación de la ‘boleta corta’ en el cuarto oscuro.
“Insistían en que debíamos colocarla como llegó en la urna”, afirmó, refutando el argumento al sostener que ‘cada partido es quien dispone qué boleta pone para que elijan los vecinos’. “En algunos colegios pudimos poner la boleta corta y en otros larga. Si era como decían ellos, la decisión debía aplicarse en todos los colegios. No fue así. Fue discrecional”, detalló.
Si bien la candidata superó con comodidad el porcentaje establecido para ser parte de las elecciones generales, explicó que muchos votantes no pudieron encontrar la boleta con la que votarla. Conforme a su cálculo, ‘la estrategia del oficialismo’ privó al sector de obtener al menos otros tres mil votos.
“Si esto no hubiera sucedido, hubiéramos obtenido muchísimos más votos, lo que nos posicionaría desde otro lugar de cara a las generales”, detalló la candidata a inicios de esta semana, al evaluar los resultados de la contienda del domingo.
Sus dardos estuvieron directamente dirigidos a la figura de Cagliardi. “Primero no me dejó competir. Me la banqué y me fui a buscar otras herramientas. No querían que participe y participé por afuera. Buscó la manera de perjudicarme y lo hizo. Ahora veremos qué pasa en octubre, pero no es lo mismo. Ahora se juegan otras cosas, hay otros números. Juego en desventaja otra vez, aunque hayamos pasado los números de manera holgada”, definió.
Más allá de la presentación formulada ante la justicia electoral, su crítica es hacia la responsabilidad política en lo que hace a la actitud.
“Culpo a los delegados electorales, a los fiscales del Intendente. Sinceramente creemos que Cagliardi no tiene límites. Es una actitud nunca vista. Yo creo que debería competir sin estrategias de este tipo si está seguro de ganarme”, afirmó.
En octubre, la boleta sólo contará con cuerpo local, dado que los candidatos de TOBA en otras categorías no llegaron al piso para ser parte de las generales.
Consultada sobre la posibilidad de unificar esfuerzos con otros sectores de la oposición para intentar vencer a Cagliardi en octubre, fue tajante. “Son todos candidatos de derecha. Si hubiese otro del sector, podría evaluarse, pero no está esa posibilidad”, afirmó, lista para iniciar en breve una nueva fase de campaña en la que redoblará su recorrida por los barrios, sumando más actividad en redes sociales, al asumir que ‘tienen un papel superior al que le adjudicamos’.
“Militancia y redes van a la par. Hay que generar hechos y ver cómo se comunican. Hoy parte del hecho es la forma de comunicarlo”, definió la dirigente, aunque subrayando que nunca abandonará la militancia ‘en términos tradicionales’. Del mismo modo, aseguró que fortalecerá su trabajo en los barrios de la periferia y militará para Sergio Massa. “No quiero que gane Milei”, concluyó.
