Con exposición de fotos, artesanías inspiradas en el paisaje, stickers y calcos personalizados relacionados con flora y fauna del humedal, la organización Vecinas Autoconvocadas Humedal Urbano Génova (Vachug) celebró recientemente sus tres años de vida.
La jornada de festejo, que incluyó pastelería vegana, campañas de concientización sobre tenencia responsable de animales domésticos y liberación animal y consejos sobre cactus, suculentas y plantas en general, tuvo lugar en la zona de Génova y 158, reuniendo a más de 150 personas.
Quienes asistieron pudieron también compartir talleres y recorridas por el humedal junto a Julio Milat y vincularse con experiencias de otras asambleas socioambientales. Hubo música de la mano del ritmo candombero de “Las Chamanas” y “15 Tambores”, en una tarde que se proyectó desde el deseo de seguir trabajando por la preservación del medio ambiente y la necesidad de compartir experiencias, inquietudes y el deseo de otro futuro posible.
Bienes comunes
Vachug es un espacio conformado por mujeres. Originalmente era mixto, pero en su andar terminó consolidándose como una organización femenina. Nació en los albores de la pandemia y en la larga fase de aislamiento sus integrantes invirtieron tiempo en avanzar en algunos trámites y estudiar situaciones relacionadas con el medio ambiente, sobre todo en la región.
“Con el conocimiento que fuimos adquiriendo empezamos a darnos cuenta de que se estaba maltratando al humedal urbano Génova y al arbolado público. Julio Milat nos dio información acerca de estos temas. Esas fueron un poco las razones por las que nació Vachug”, detalla Julieta Kolac, una de las integrantes fundacionales de la organización.
Nacida casi en simultáneo con el inicio de la gestión que encabeza el intendente Cagliardi, la institución monitorea en forma permanente el tratamiento que el gobierno comunal viene dando a temas ambientales. En ese plano se inscribe una fuerte crítica a la remoción de especies de las orillas del canal Génova. El procedimiento por el que se efectuó la ‘limpieza’ del curso de agua, advirtieron una y otra vez las integrantes del grupo, implicó ‘arrasar flora y fauna’.
Impulsando la mirada de una limpieza responsable y respetuosa, Vachug comenzó a impulsar actividades gratuitas, públicas y abiertas a la comunidad. Entre ellas figuran las jornadas de plantación de árboles, que alcanzó espacios tanto en la ribera del canal como en instituciones cercanas.
Otra campaña que se impulsa con energía es la promovida a través del slogan “Pintemos la ciudad de conciencia ambiental”. Se trata, en este caso, de convocar artistas para pintar en espacios cedidos por vecinos murales que hablan de la necesidad de respetar la naturaleza y de defender los bienes comunes que la integran.
“Son murales colectivos. Para plasmarlos buscamos artistas y oficiamos de nexo con los dueños de las paredes. El alma de la iniciativa es que el trabajo sea lo más colectivo posible”, describe Kolac.
La labor apunta a generar conciencia, a la vez que a conectar a los vecinos con información sobre su propio ambiente: para amarlo, es imprescindible conocerlo. Es así que a talleres y charlas se suman actividades promovidas junto a otras organizaciones hermanas y paseos para que los habitantes de Berisso se conecten con los espacios naturales con los que cuenta el distrito.
El concepto de humedal, explican desde el grupo, aplica a todo espacio que tiene agua de manera temporal o de manera permanente. “Pueden ser naturales o artificiales, pueden ser urbanos, semi-urbanos o rurales. El concepto engloba canales, lagunas, arroyos, canteras y el Río de la Plata”, describen, para luego poner el foco específicamente en el humedal del canal Génova.
“Lo que tiene de particular nuestro humedal es que atraviesa una de las arterias principales de la ciudad. Son pocas las ciudades que tienen el privilegio de tener un humedal urbano donde se pueden encontrar más de 80 especies de aves entre migratorias y permanentes mientras estás esperando el micro para ir al laburo. Es una maravilla. Existen coipos, lagartos overos, tortugas de agua. Es un canal artificial que fue hecho para el Puerto de La Plata, pero que se transformó en humedal que hay que defender”, expone Kolac, enlistando en los focos problemáticos que dicho ambiente enfrenta el del vuelco de residuos sólidos urbanos y desechos cloacales, más el ya invocado “arrasamiento de la flora y la fauna que aún perdura”.
Vital
“Es necesario decirle sí a los humedales porque brindan oxígeno, absorben dióxido de carbono, regulan las temperaturas, funcionan como reservorios de agua, como grandes esponjas para prevenir inundaciones, albergan la biodiversidad y reducen distinto tipo de contaminantes del agua”, sostienen las vecinas ambientalistas.
“Las plantas acuáticas y las que están a la vera del canal son bombas purificadoras de contaminantes y aportan oxígeno, reduciendo la contaminación del aire. El humedal es parte de nuestro patrimonio, sirve como sosiego y resulta un aporte vital a la salud física y psíquica”, argumentan también.
Eso fue las que las movilizó a presentar ante el Intendente un plan de manejo que, según subrayan, ‘es sencillo y no necesita de mucho dinero para implementarse’. “Sin embargo, nunca se implementó. Eso sí, llegaron fondos por 14 millones desde el Ministerio (de Ambiente), organismo que cuando Vachug denunció el mal manejo del humedal, negó que sea considerado bajo esta categoría”, cuestionan.
