Varios son los espacios en los que personas mayores de 18 años pueden terminar la primaria o la secundaria. La propuesta de la modalidad, que en 2023 cumplió cincuenta años, es además de brindar herramientas y conocimientos, “incluir y contener, con empatía”.
El 27 de noviembre de 1973 se creó en la provincia de Buenos Aires la Dirección Provincial de Educación de Adultos, política educativa que permitió dar autonomía a las escuelas de adultos que hasta esa fecha dependían de las escuelas primarias. Durante 2024, la modalidad cumplió 50 años de vida, por lo que los festejos se replicaron en diferentes puntos de la ciudad y la región. La celebración incluyó ferias de ciencias y paseos por diferentes puntos de la provincia.
Un poco de historia
La Dirección de Educación de Adultos se creó en la provincia de Buenos Aires a través del decreto 4626/73, durante la tercera presidencia del general Perón.
El paso, describen las autoridades provinciales ligadas a la modalidad, “promovió una perspectiva popular para la educación de jóvenes y adultos, poniendo énfasis en una formación solidaria y comprometida de docentes y estudiantes”.
En este contexto se actualizaron los Centros de educación del nivel secundario (CENS) conveniados con sindicatos y la Campaña de alfabetización (Crear).
A los pocos años, la última dictadura intervino la Dirección a través de desapariciones forzadas, cesantías de docentes, y persecuciones a estudiantes y educadores populares. Luego de diversos avatares y la implementación de alternativas varias conforme al sesgo ideológico de los gobiernos que siguieron, llegó el nuevo siglo y con él la sanción de la Ley Nacional de Educación que en sus consideraciones destaca la educación permanente de jóvenes y adultos “como responsabilidad del sistema educativo” y enfatiza que ésta debía asumir un criterio de “formación integral”.
En esta dirección hacia el 2008/10 se implementó el “Plan Nacional de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios” (Fines), que también contó con la articulación de numerosas organizaciones territoriales, especialmente del conurbano bonaerense.
En Berisso
Con perfil fabril e inmigrante, Berisso contó con varios espacios educativos vinculados a los frigoríficos. Actualmente funcionan tres Secundarios para Adultos (el 451 en la sede de la EP 6, frente a Plaza Almafuerte, el 452 en la EES 2 de Montevideo y 35 y el 453 en la EES, ex ‘enseñanza media’) y dos Primarias (en el barrio El Carmen y Barrio Banco Provincia). Pero la enseñanza en estos niveles también se traslada a los diferentes barrios. Clubes, iglesias y comedores se transforman por lo tanto en aulas.
Marcos Giugovaz, inspector de la Rama, detalla que las sedes centrales de ambos niveles suman más de mil quinientos alumnos, a los que se agregan los alumnos del programa FINES y los espacios descentralizados que diseminados por los diferentes barrios atienden la demanda educativa.
Uno de los mayores desafíos, como en otros ámbitos educativos, es la terminalidad. “Es una lucha diaria el trabajo que se hace para que quien ingrese, egrese. Afortunadamente cada vez es menor el abandono. Docentes, maestros, preceptores y coordinadores en el Plan Fines hacen un trabajo enorme para lograr este objetivo”, detalla Giugovaz, quien explica que la institución ‘no sólo educa, sino que también contiene’.
Cada alumno es una historia. Casos de violencia de género en ámbitos patriarcales o de condiciones sociales o económicas muy desfavorables marcan los aprendizajes que nunca llegan a destiempo. Por eso cada diploma se tiñe de orgullo y emoción.
Atendiendo a esta trama social, se abrieron espacios en Villa Argüello, Villa Roca, calle Nueva York y otros puntos a los que se busca sumar una nueva sede en la zona de Los Talas.
Así como hace décadas fueron los inmigrantes europeos los que concurrían a las sedes educativas después de la fábrica, hoy son alumnos de países limítrofes y migrantes internos los que buscan concluir sus estudios para superarse, buscar un trabajo mejor y empezar o concluir ese asunto pendiente.
En su mayoría son alumnas mujeres. Algunas llegan a escondidas. Otras después de haber criado a hijos y nietos. Y las puertas siempre están abiertas. “En los actos hay mucha alegría, son cosas realmente que te llenan el corazón”, describe Giugovaz, quien destaca el esfuerzo que significa muchas veces la tarea de finalizar una etapa educativa que cuenta con diseño curricular propio.
Quienes quieran sumarse, siempre pueden hacerlo. Y no es metáfora. La inscripción para los adultos está abierta todo el año. Quienes deseen incorporarse a la escuela primaria también pueden hacerlo durante todo el período lectivo, porque el objetivo es “incluir, contener, ser empático y no simplemente brindar herramientas y conocimientos”.
