En la tarde del lunes, una casilla construida en la zona de 169 y 40 quedó reducida a cenizas a partir de un incendio que, conforme al testimonio de un allegado a su propietario, se inició en forma intencional y afectó a otras construcciones.
El incendio, aseguran, fue obra de un grupo de personas que habita en el barrio y que, bajo el efecto de alcohol y drogas, tienen en vilo a vecinos del lugar, cometiendo con frecuencia delitos de diversa índole.
En la vivienda incendiada vivían un hombre y sus tres hijos. Uno de ellos, de 15 años, revelaron allegados al damnificado, fue empujado hacia el exterior de la finca antes de que prendieran fuego la construcción.
“El padre no se encontraba en el momento de lo sucedido, porque se dedica a vender cosas en La Plata para intentar ganarse la vida. Ahora se quedaron sin nada”, plantearon. “Esta gente se cree dueña del barrio y actúa siempre bajo el efecto de la droga. Necesitamos que se tomen en serio el tema seguridad. Acá el patrullero no puede andar porque las calles son un desastre entre el agua, los pozos y el barro”, añadieron, describiendo que incluso fue muy difícil el acceso de los bomberos para apagar el fuego y pidiendo que la Municipalidad tome cartas en el asunto y al menos transitoriamente brinde ayuda a los damnificados.
En cuanto a la situación de la familia, sus vecinos revelaron que la noche que siguió al siniestro durmió ‘prácticamente a la intemperie’. Lo que se necesita en forma urgente es abrigo y calzado, además de cualquier elemento que permita reconstruir el hogar. Para conocer más o colaborar se habilitó el número (221) 476-2470.
