A reclamos ya efectuados por vecinos de otros barrios, se sumaron en los últimos días los presentados por habitantes de la zona de 10 Este entre 162 Norte y 163, y el barrio cercano al Cementerio Parque. En todos los casos, el planteo tiene que ver con la calidad del agua que sale de las canillas de los domicilios, anormal como puede percibirse a simple vista por la turbiedad que presenta.
En el caso del reclamo de calle 10 Este, los vecinos mencionan que la situación afecta a al menos veinte familias y va de la mano con la muy baja presión con que cuenta el suministro que la empresa ABSA brinda en el lugar. “Hay caños de fundición de más de 70 años. Vinieron a destaparlo, pero o se rompen o se vuelven a tapar y el problema continúa”, describen en el barrio, pidiendo encarecidamente que en algún momento se reemplacen los caños por otros de materiales plásticos como los que se utilizan actualmente. “Reclamos ya se hicieron muchísimos y evidentemente no tenemos una respuesta con la que necesitamos”, plantearon.
En 15 y 156 una vecina refiere que sobre todo en las últimas semanas, todas las mañanas el agua llega en un estado que ‘indigna’. “Es evidente el color; todo el mundo puede verlo. A veces llega con demasiado olor a cloro. Tratamos de no consumirla para evitar malestares estomacales”, cuenta, mientras exhibe videos grabados con su celular, en los que intenta apelar al humor para intentar no perder la calma. La bronca, de todos modos, no cede. “Siempre hacemos reclamos, pero siempre tienen razón ellos, que dicen que el agua está en óptimas condiciones. Pareciera que es inútil reclamar frente a este tipo de empresas”, apunta.
