La Organización Panamericana de la Salud encendió luces de alerta por la existencia de brotes de sarampión en el continente. Según se diagnosticó, el país donde se detectaron mayor cantidad de casos es Venezuela (159 confirmados en las primeras 11 semanas de 2018), luego de que la región fuera declarada libre de esta enfermedad en 2016. Dada la situación, los países deben redoblar esfuerzos para vacunar a sus poblaciones, con el objetivo de alcanzar niveles de vacunación mayores al 95%.
El último miércoles, además, se confirmó en la ciudad de Buenos Aires un caso de sarampión en una beba de 8 meses, residente en la Ciudad, sin antecedente de viaje. Ante esta situación, sumada a la circulación del virus de sarampión en países de América y el resto del mundo y el tránsito de personas desde y hacia esos países actualmente afectados, el Ministerio de Salud de Nación emitió un alerta.
Ver el documento emitido por el Ministerio de Salud de la Nación.
Por su parte, a través de su área de Planificación, la Secretaría comunal de Salud recordó que la vacuna contra el sarampión está asociada con la vacuna de paperas y rubeola en la vacuna que se conoce como “Triple Viral”, que conforme al Calendario Nacional de Vacunación es obligatoria y debe ser aplicada a los niños al cumplir el año de vida con un refuerzo en el ingreso escolar. También se aplica una dosis a los 11 años a aquellos niños que no hubieran recibido las dos dosis correspondientes y en el post-parto o post-aborto inmediato.
Se consideran además adecuadamente inmunizados a aquellas personas con confirmación por laboratorio de anticuerpos para sarampión, a aquellos con dos dosis de SR/SRP (pueden proponerse dosis de refuerzo en contexto de campañas específicas) y en nacidos antes de 1965.
El sarampión es una enfermedad viral aguda, potencialmente grave, transmisible y extremadamente contagiosa. Las manifestaciones clínicas son fiebre, conjuntivitis, coriza, tos, erupción generalizada con espacios de piel sana que comienza en la cara y luego desciende al tronco y miembros. Las complicaciones pueden ser por el mismo virus o por una sobreinfección bacteriana, e incluyen diarrea, otitis media, neumonía (causa más frecuente de muerte) y meningoencefalitis.
Ante cualquiera de estas manifestaciones se recomienda consultar al servicio de salud más cercano al domicilio. La transmisión, explicaron, se da fundamentalmente der persona a persona, por diseminación de gotitas a través del aire.
Si bien no existe un tratamiento específico, la enfermedad puede prevenirse con la vacunación oportuna de la población susceptible. La vacunación es altamente efectiva en la prevención del sarampión.
