Hace 8 años nacía la Asociación Civil Amigos de Corazón, que a poco de andar se transformó en una sólida referencia en lo que hace al trabajo en discapacidad en el distrito.
Todo comenzó con un sueño y el empuje de una mamá comprometida y familiares de jóvenes con discapacidad que querían que los chicos tuvieran sus derechos garantizados, así como las mismas oportunidades que otros jóvenes.
Primero, se conformó un espacio de encuentro y contención. Tiempo después, la entidad se consolidó también como sitio de formación que a partir de talleres desarrolla y estimula las aptitudes físicas y mentales de los chicos.
Transcurrido el tiempo, con una gran cantidad de alumnos, la Asociación fue reconocida por su trabajo, logrando un lugar propio en comodato, el cual aún conservan en 23 y 161.
El trabajo fecundo de la entidad dio numerosísimos frutos. Para citar algunos, hay que remitirse por ejemplo a primeros puestos en competencias de taekwon-do y fútbol inclusivo, presentaciones de danzas folklóricas y danzas árabes (se conformaron cuerpos femenino y masculino de dabke) o la organización de los primeros ‘bailes inclusivos’.
Nucleando a más de 45 jóvenes, con numerosos voluntarios y la dirección de Irene Domínguez, Amigos de Corazón desarrolla en la actualidad múltiples actividades, como los talleres de Lecto-escritura (3 niveles), Artes Visuales, Inglés, Folklore, Taekwondo, Fútbol Masculino y Femenino, Murga, Cocina, Carpintería y Tallado en Madera y Yoga.
Además, desde la institución se llevan adelante acciones dirigidas a visibilizar la discapacidad, las barreras que desde la sociedad se presentan y la lucha por el cumplimiento de los derechos, en lo que constituye un verdadero ejemplo de trabajo por el valor de la inclusión.
Para celebrar tantos gratos momentos de camino compartido y reunir energía de cara a los desafíos que sigan en pos de acompañar el crecimiento colectivo y el personal de cada uno de los chicos, integrantes de la institución y allegados compartirán hoy un almuerzo, que se encadenará por la tarde con una ‘mateada’ junto a los vecinos que quieran acercarse.
