“La pandemia no conoce fronteras, por lo que es esencial que trabajemos juntos para combatir al virus de manera global. Nuestra colaboración en la distribución de vacunas es esencial para lograr la recuperación en todo el mundo”, estableció le encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos, MariKay Carlson, al sumarse en Ezeiza a la recepción de las 3,5 millones de vacunas Moderna que su país donó a la Argentina.
De la recepción participaron en representación del gobierno argentino el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la Jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, el Subsecretario de Estrategia de Salud, Juan Manuel Castelli, y la Secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Tirado.
“Compartimos estas vacunas para ayudar a las personas que lo necesitan y estimular la recuperación económica mundial. Cuantas más personas puedan vacunarse en todo el mundo, más seguros estaremos todos. Estamos juntos en esto”, observó la diplomática norteamericana.
Desde la Embajada, se informó además que Estados Unidos donó 2.000 millones de dólares a la alianza Gavi para COVAX, el mecanismo multilateral de distribución de vacunas de las Naciones Unidas.
Al mismo tiempo, el presidente Joe Biden anunció en junio que Estados Unidos comprará 500 millones de vacunas Pfizer-BioNTech para distribuirlas en países de ingresos bajos y medios bajos, mientras que el G7 comprometió 500 millones de dosis adicionales, lo que ampliaría esa donación a mil millones.
A nivel bilateral, el gobierno de Estados Unidos ya había donado más de 4 millones de dólares en suministros para la lucha contra la pandemia en Argentina. En abril, el Almirante Craig S. Faller, jefe del Comando Sur, visitó el país para donar tres hospitales de campaña, equipos de búsqueda y rescate y otros suministros para ayudar a combatir el brote de COVID-19.
Las particularidades de la vacuna Moderna
La vacuna desarrollada por Moderna es hasta ahora una de las dos (la otra es la presentada por Pfizer en alianza con la firma alemana BioNTech) basada en la tecnología de ‘ARN mensajero’, que persigue el objetivo de que el sistema inmunológico aprenda a ‘repeler’ parte de la proteína del virus. En pocas palabras, el salto de calidad que estas dos vacunas exhiben respecto de las tradicionales, es que en lugar de introducir un antígeno, se introduce directamente en el organismo una secuencia de ARN con las instrucciones para producir ese antígeno, por lo que la acción además de más rápida es más efectiva. Además, conforme a los ensayos que vienen llevándose a cabo, la vacuna producida por moderna tendría una altísima efectividad en chicos de entre 12 y 17 años y podría ser junto a la Sinopharm una de las primeras en autorizarse en el país para vacunar a esa franja etaria.
