Una serie de cajas de crédito se fusionaron para fundar en 1979 el Banco Credicoop. Hoy, la institución bancaria cuenta con 261 filiales en todo el territorio argentino.
Durante la última dictadura, el gobierno intentó eliminar las cajas de crédito, organizaciones creadas en algunos casos a principios del siglo XX pertenecientes al sector cooperativo. Buscando impedir la ofensiva, en 1979 y a partir de la Ley de Entidades Financieras que anunciaba su fusión o desaparición, las 44 existentes en la Capital y el Gran Buenos Aires se aunaron dando origen al Banco Credicoop.
A diferencia de las empresas con explícitos fines de lucro, donde los votos dependen de la cantidad de capital que haya aportado cada integrante, en el Credicoop -dada su condición cooperativa- cada asociado tiene derecho a un voto. Se trata además de una entidad que apunta a seguir la guía de los principios de la solidaridad y la ayuda mutua.
Así lo explica Lucía Ruggiero, gerente de la filial local. “Lo que nos diferencia, entre otros puntos, es que desde que desembarcamos con la sucursal 236 en enero de 2008 buscamos acompañar el crecimiento social, cultural, institucional y comercial del distrito. Cuando el banco abre sus puertas, se instala para ser parte activa del desarrollo. No se rige por el sentido comercial, que lo llevaría a cerrar sus puertas si no funciona”, diferencia.
Son estos históricos principios los que hicieron que la actividad esté orientada a acompañar a pequeñas y medianas empresas, así como a personas. También debe destacarse la actividad educativa y cultural del banco, función derivada también de su carácter cooperativo.
Su organigrama se diferencia también por contar con una Comisión de Asociados que colabora con el Consejo de Administración. “De manera democrática, cada filial elige a representantes afiliados al banco, a un puñado 12 de asociados en el caso de Berisso”, explicó Andrés Aguiar, presidente de esa Comisión en el caso de la filial local.
“Es una comisión muy activa. Están representados los comerciantes, cooperativistas y empresarios que trabajan para acercar al banco a las necesidades de la ciudad. Este año en particular trabajamos muy fuerte en el Mercado de la Ribera, impulsando políticas para que se desarrolle el espacio donde se emplaza el mercado. Años anteriores participamos en proyectos de calidad de agua o junta de juguetes”, detalló.
“Las Comisiones humanizan la institución y somos un poco el alma dentro de la filial donde empleados y asociados y comisión trabajan para el desarrollo de Berisso. Somos la voz del asociado” reforzó Aguiar.
El Credicoop forma parte del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA). Internacionalmente, es miembro también de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) y la Confederación Internacional de Bancos Populares (CIBP).
Celebración local
El Banco celebró el 19 de marzo sus 38 años de vida institucional. Los festejos se adecuaron a la agenda de cada sucursal. Berisso eligió el viernes 4 de agosto para reunirse con entidades de carácter social, funcionarios y familiares para levantar la copa. En este marco entregaron también una placa a la Cooperativa Clínica Mosconi que celebró hace algunos meses sus diez años de vida.
Colecta de juguetes
Como cada año, asociados y no asociados podrán acercarse hasta al próximo 25 de agosto y dejar un juguete en una caja dispuesta en el hall de la filial de Montevideo entre 16 y 17 que se entregará a un merendero o colegio para la celebración del día del niño. “Es aportar a la primera infancia para que cada chico pueda tener su juguete. Es dar curso a un derecho”, señaló Aguiar al referirse a la iniciativa.
