Aún no llegó el verano, pero la situación ya se perfila crítica para habitantes del barrio Cotilap, que no cuentan con el agua suficiente como para afrontar la vida cotidiana. Es que no se trata de un problema estacional, más allá de que el calor lo agrave.
Un vecino que desde hace dos años vive en el lugar reveló que el agua de red llega a cuentagotas, por lo que resulta imposible que suba al tanque.
“A lo mejor alguna noche llega una gota y puedo almacenar en una cisterna que tengo al nivel del suelo. Pero ahora llevo cinco días sin agua”, manifestó el pasado fin de semana.
La alternativa que manejan los vecinos es la de cargar el líquido elemento, con baldes y botellones, en un tanque comunitario que llena cada tanto ABSA. Pero nunca alcanza y la situación genera múltiples trastornos, entre ellos el de la incomodidad que sufren quienes viven a tres o cuatro cuadras y deben peregrinar hasta el tanque.
“Habíamos acordado que además de llenar el tanque comunitario, el camión también dejaría agua en casas más alejadas, pero esto no se cumple”, cuestionó un enfermero del Larrain que, en tiempos de covid, debe darse en casas de amigos el vital baño que sucede a una jornada de trabajo.
No sabe si se trata solo de una negativa del chofer del camión, de una orden expresa de la empresa o de una decisión de las autoridades, ante quienes ya se planteó repetidamente el problema. El caso es que el último viernes, el camión sólo hizo un alto para dejar agua en el tanque comunitario. “Carga como cinco mil litros, pero poco después de que se llena ya está vacío”, observó el vecino con resignación.
La situación afecta a los pobladores de un área comprendida aproximadamente por las calles 145, 148, 14 y 16, quienes suelen recibir la visita de personas que ofrecen sus servicios para ‘perforar pozos’. Claro que no resulta una solución tan a mano. “Además de no ser justo, es imposible pagar setenta mil pesos para hacer un pozo y tener después que resolver el tema de una bomba y todo lo demás”, manifiestan en el barrio.
