La iniciativa de la Liga Amateur Platense encontró eco inmediato en el club. Se sumó luego un monumental trabajo de investigación del periodista Gabriel López, quien rastreó y entrevistó a decenas de protagonistas. El sábado 7 se ofrecerá un gran homenaje a ex-futbolistas y dirigentes ligados a Estrella en las décadas del 60 y el 70.
Volverán a salir a un campo de juego, aunque frente a frente y sin rivales. Ex-jugadores de fútbol de las décadas del 60 y el 70 se preparan para recibir de la vida una caricia que fue insinuándose a partir de una iniciativa de la Liga Amateur Platense y el Club Estrella.
El sábado 7 de octubre, antes de que el equipo de primera juegue por la tercera fecha del Clausura ante Asociación Iris, la cancha de 8 y 169 será escenario de un homenaje único. El reconocimiento será al corazón que decenas de jugadores pusieron para defender la camiseta de la institución cuando nacía el sobrenombre de ‘Las Cebras’, por el original diseño de rayas horizontales que apareció en 1967. Son la historia, pero dirán presente medio siglo después.
“¿Te acordás hermano?”. Tantos días de gloria… Ganar en 1966 la copa “Quincena Deportiva”… En el torneo local pelear hasta la última fecha con Villa San Carlos, sacándole un invicto de un año sin derrotas. “Ganamos 2 a 1 con goles de Coquete Ojeda y Gonzalito”, evoca Juan Oviedo al recordar el que fuera el anteúltimo partido del Celeste en la Liga.
Las temporadas de 1968 y 1970 tuvieron “estrellas” a granel. La del ‘68 contó con dos guías al borde de la raya de cal, primero Vicente Alpendista, reemplazado por “El Turco” Jorge Appas, quien los encaminó a un festejo después de 19 años.
En 1970 el timón fue un joven Oscar Barroso quien orientó al Club del barrio, que con grandes valores arrasó, siendo ganador invicto de la Liga, la Copa “Gaceta de la Tarde” y la “Quincena Deportiva”. Todo en el mismo año.
Pero la apoteosis fue el sábado 14 de agosto de 1971, cuando jugaban el Regional -con campeones de ligas del interior- y vencieron a un rival rentado, Ever Ready de Dolores, para lograr ser los mejores de la Federación del Este de la Provincia de Buenos Aires. Así llegaban a la última etapa, donde de cuatro equipos el primero iba directo a la Primera de AFA, el extinto Nacional A (se jugaban entre 1967 y 1985). Ese anhelo lo concretó Huracán de Ingeniero White, Bahía Blanca.
Uno a uno
Convocado por la Liga y con el apoyo de familias ligadas a la Cebra, el periodista Gabriel López dio inicio hace unos cuantos meses a un pretensioso trabajo de campo para dar con los protagonistas.
Llamadas de teléfono, mensajes en redes, timbrazos en puertas de casas fueron el denominador común de la labor que permitirá tenerlos a casi todos, en pocos días, sobre el verde césped del estadio ‘Chiche’ Vicente.
A algunos será imposible verlos; se han ido a vivir lejos. Como un campeón de 1968, Jorge Ciarlone, que está en la ciudad de Corrientes. “Cerca del puente Chaco-Corrientes”, cuenta su hermano Néstor, recordando con orgullo que él también festejó con la blanca y negra en la Reserva el campeonato de 1979. Cuando los hermanos eran pibes vivían bajo el mismo techo en una casa de la Río de Janeiro, “Queda en 4 y 169, cuando era monte, paralela a la cancha actual de Estrella”, evoca. Y tenían un primo muy famoso que era el 10 de Estudiantes, el recordado “Bocha” Flores.
Juan “El Guito” Herrera (15/2/1947), un santiagueño que se crió en la Nueva York, evoca que aquel del 68 ‘era un equipazo’. “Teníamos unos leones. Yo empecé a jugar en el 69 cuando se fueron Epeloa y Rigo”, recuerda.
Sensaciones que tocan profundo el alma y que surgen de testimonios como el de Roberto Ridella (4/4/1946) cuando supo del homenaje. “A los 17 años jugué en primera, me hizo debutar José Silvero, que todavía era jugador de Boca y vino a dirigir a Estrella por unos amigos”, menciona, recordando a un hermano que le dio la vida: Raúl Salinas. “Es el mejor zaguero que vi”, afirma quien se desempeñó durante años como DT profesional en clubes del Nacional B y Primera de AFA.
El periodista López no sólo conectó a jugadores. El reconocimiento será también para dirigentes ‘con piel de hinchas’. Por eso se juntó con varios en el lugar donde eran inexpugnables, aquella cancha de once, hoy del fútbol infantil. “Estuve con cinco puntas de una estrella”, poetiza aludiendo a las figuras de Pablo Cazzulo (el “Flaco”, ex-presidente del fútbol), Alfredo Calcerasa (utilero del campeón 1978), Pedro Corazza, Roberto “Tito” Reichman y Ángel “El Baba” Asborno, un guerrero del mediocampo, ganador en el 68, 70 y 78, además de figura en el Regional 71.
Tras varios cafés, el ‘Colo’ advierte que sigue abierta la polémica en torno a qué hubiera pasado si aquel Estrella, en septiembre del 71, conseguía ascender, objetivo que finalmente logró Huracán de Ingeniero White (rival semi-profesional que llegó a Berisso con seis jugadores que ya habían logrado otro ascenso a la Primera A, tres años antes).
Calcerasa -cuyo padre era directivo- devela que vivió en carne propia aquel debate. Aún escucha, explica, voces que hablaban de “lo dificultoso que hubiera sido para el futuro del Club pasar por la experiencia del fútbol profesional”. Asborno, por su parte, sostiene que “poder jugar con Estudiantes, Boca y otros equipos de AFA hubiera sido la vidriera para vender algún jugador y así poder enfrentar los gastos”.
El agasajo alcanzará a otra camada exitosa, la de los campeones de la Liga Platense de 1978, ávidos por un abrazo que se postergó tanto tiempo. Ellos ya no eran locales en ‘El Cajón’ sino en Trabajadores. Ambas canchas emblemáticas de Berisso han desaparecido.
El técnico de aquel plantel fue Carlos Formeiro, quien debutó con título, y el festejo tuvo lugar el sábado 3 de febrero de 1979, de visita ante Villa Montoro, equipo al que se venció 3-1 con dos goles decisivos de José Cinalli.
Exaltando aquella fiesta de la amistad, Hugo Viera se prepara para recorrer los kilómetros que volverán a traerlo a Berisso y asegura que disfrutó mucho los días con esos ‘verdaderos compañeros’, evocando a otro de los ‘hombres gol’ de la Cebra, Norberto París. “Con sabiduría nos sabía decir cómo tomar el fútbol”, pronuncia, antes de contar una anécdota que atesora.
“Me radiqué en la Costa y un día me tocan el timbre. Era un señor de unos 40 años, que me ubicó y dejó este obsequio, una camiseta de Estrella con mi apellido y el número 8 que yo había usado en la final. Me dice que había viajado con el padre, desde Bahía Blanca, y tenía la intención de conocerme. No me quiso dejar ni su nombre: me dijo ‘el Zurdo’. Y chau, se fue”, narra.
¿Algo que ver con la esencia del fútbol, verdad?
La recepción, el homenaje y el partido
El sábado 7 de octubre, la previa del cotejo que por la tercera fecha del Clausura jugarán Estrella y Asociación Iris mostrará una actividad inusual en el predio de 8 y 169.
Para las 12:00 está programada la llegada al estadio “José Chiche Vicente” de todos los invitados, unas 60 personas entre los cuales habrá mayoría de ex-jugadores y también ex-presidentes y vicepresidentes. Los actuales directivos del Club les darán la bienvenida en el salón “El Tricampeón”, situado a un costado de la zona de vestuarios.
Tras el agasajo y algunas sorpresas en las que se trabaja, a las 15:30 los ex-jugadores ingresarán al campo de juego para recibir formalmente la distinción de las autoridades de la Liga Amateur Platense de Fútbol.
