Las intensas lluvias que se extendieron hasta el martes a la mañana acarrearon inconvenientes en diferentes barrios de la ciudad. Calles anegadas y cortes de luz (sumados al gran ‘apagón nacional’ del domingo por la mañana) fueron algunas de las secuelas que dejó la tormenta.
En la zona de 41 y 171, la situación se volvió particularmente complicada, haciéndoles imposible salir de sus casas. Las aguas anegaron el precario camino que construyeron y el agua no tardó en ingresar a las casas de la zona.
Necesidades
Valeria y su familia salen descalzos y persiguen un camino improvisado que ya tapó el agua de lluvia entremezclándose con desechos cloacales. La situación hizo que se le disparara la presión emocional. Una estufa de cuarzo intenta calentar a dos velas una cocina comedor que también es la habitación de Valeria. Durante la tormenta tuvo que cortar parte de su colchón para el agua no siga ascendiendo y moje el lecho que comparte con su pareja.
La marca en la pared indica el grado de desolación que pasó la familia. Unos 30 centímetros se dibujan en un tono más oscuro sobre la madera. Hasta ahí llegó el agua. Mientras el gato se escurre entre los muebles, los hijos del matrimonio de 4, 8 y 11 años todavía duermen en una pieza contigua, donde unos centímetros de agua hacen que sea imposible no chapotear.
Un montón de ropa se amucha al costado. Es lo que perdieron. Y están cansados de perder. Porque la escena se repite cada vez que llueve.
“Parece Venecia”, ironiza la mujer. Afuera, en la entrada de la casa hay camas, hay mesas y sillones esperando que el sol los seque y puedan volver a usarse. “Esto es siempre así. Y nadie nos vino a ver. La Delegación está a pocas cuadras y no fuimos asistidos”, plantea. El agua los dejó aislados desde el viernes. “No nos arreglamos. No buscamos soluciones, porque no podemos hacer nada. De la puerta para afuera es imposible salir. No tenemos desagües. No tenemos calles, ni bocas de tormenta, ni cloacas. Pagamos impuestos y no hay obras de infraestructura. Hice pedidos al Municipio y a la Delegación, pero las respuestas no llegan”, continúa.
Poder contar con ropa para mujer y niños de 4, 8, 11 y 18 años, ropa de cama, muebles y cualquier otro elemento de utilidad para una casa sería muy útil. Quienes estén en condiciones de ayudar pueden llamar al (221) 434-0242.
