El retraso en los pagos de obras sociales pone en jaque a la Mosconi. La situación impide que los trabajadores cobren en tiempo y forma y altera el circuito de pago a proveedores.
La postal no es del todo nueva, pero dado el contexto de crisis sanitaria y de profundización de la crisis económica, es particularmente preocupante. Las obras sociales no cumplen con los plazos estipulados y la situación de la Cooperativa de la Salud Clínica Mosconi se vuelve aún más endeble. Es que el pago de los salarios de los 120 trabajadores ligados al establecimiento depende de los recursos que deben girar las obras sociales por la atención de los pacientes a los que dan cobertura.
Al cierre de esta edición, PAMI adeudaba el pago correspondiente a abril y el IOMA tampoco había depositado lo correspondiente al mes trabajado. El retraso no sólo repercute en la economía de los integrantes de la organización; condiciona además el pago de servicios e insumos que se utilizan diariamente para la atención de pacientes.
“Siempre pasa lo mismo”, plantea decepcionado Salvador Espósito, presidente de la Cooperativa, atribuyendo la situación al hecho de constituir un establecimiento ‘pequeño’. “No les interesa. Una más o una menos, no le importa a nadie. Pero somos nosotros los que estamos acá trabajando por sueldos miserables”, afirma.
Según describe, PAMI pagó al grueso de las clínicas el pasado 22 de abril. Pero un trámite administrativo retrasó la llegada del dinero a la Mosconi. Si bien se realizaron los reclamos pertinentes, la respuesta no llegó a tiempo. “Te da impotencia. No podemos hacer nada”, indica.
Esta vez, PAMI Central no efectuó el depósito en la UGD de La Plata y ésta no contaba los recursos para hacer frente a la deuda, contexto que no hubiera podido afrontarse, en el caso de la Clínica berissense, sin el auxilio que presta el banco Credicoop, que conforme a lo que destaca Espósito, “cubre los descubiertos que puedan generarse por el retraso”.
Así y todo, marca el referente de la Cooperativa, la situación “se vuelve insostenible para los trabajadores, que si bien cuentan con la ayuda del comedor, la tarjeta alimentaria y otros beneficios, no llegan a fin de mes”.
Mil batallas al hombro, los integrantes del plantel del establecimiento sanitario local se muestran dispuestos a librar esta nueva lucha.
“No vamos a bajar la guardia”, asegura Espósito, poniendo el acento en que la Cooperativa se distingue por ser una organización horizontal y solidaria.
Por otra parte, y ya en lo que a la pandemia del Covid-19 se refiere, el objetivo es seguir procurando que los adultos mayores no salgan de sus casas para realizar trámites en los que pueden ser asistidos de alguna otra forma.
