Columnistas
Luna Nueva en Capricornio: Las vértebras del Tiempo
Diálogos entre Cielo y Tierra
Música sugerida para acompañar la lectura: Wrinkle, Satoshi Ashikawa
Algo de lo que nos envuelve se sustrae y anuncia el clímax de la intimidad profunda. Es que este jueves 17 de septiembre recibiremos la Luna Nueva en Virgo y el pulso que marca el devenir de la energía pide un freno. Una oportunidad para la elaboración y para poder dar lugar a la discriminación. Es tiempo de poner nuestros asuntos en orden atendiendo al detalle, procediendo de forma metódica para, si estamos lo suficientemente atentxs, poder acercarnos un poco más a la comprensión del sistema del que somos parte. Aprendiendo a cumplir nuestro rol con humildad: haciendo lo que hay que hacer, y no lo que se pretende.
A Virgo le corresponde el momento del Zodíaco en donde el ser Individual deja de sentirse el centro y se da cuenta que no está solo en el mundo. Pero no sabe quién o qué lo acompaña. Ese “no saber” (pero intuir), es atemorizante y muchas veces frustrante. Lo que puede generar que el contacto con esta energía se viva, en un comienzo, acompañado por una sensación de carencia. De “no estar a la altura” de lo que se pretende, como si en el fondo siempre nos sintiéramos incompletxs, y lejos de alcanzar la plenitud. Estas experiencias poco cómodas para nuestro psiquismo son, sin embargo, las grandes disparadoras. Las maestras de lo pequeño y no por ello menos importante. Lo complejo de hacer contacto con ese grado profundo de simpleza, es que hay que recorrer un largo camino de pruebas y laberintos antes de encontrarnos con ella. Y en el transcurso de dicho camino, muy probablemente, la intuición y el pensamiento hablen lenguajes distintos.
Cuando la luna entra en Virgo nuestras emociones se repliegan, se alojan en el polo opuesto a su manifestación abierta. Encuentran estabilidad a través del cuidado (de nuestro cuerpo, del cuerpo de otrxs, de nuestras mascotas, de nuestra casa, del lugar de trabajo, de nuestro trabajo, etc.). Hallan sosiego y claridad primero en el orden externo (en los distintos escenarios de la vida, pero sobre todo en aquellos que nos permitan ser más funcionales en el papel que nos toque jugar como individuxs) para poder ocuparse luego, de poner orden en el mundo interno. Hacen llamado a la limpieza en todos los sentidos (en lo que respecta a nuestra casa, cuerpo, hábitos, vínculos, etc.). La luna en Virgo transmite su potencia silenciosamente; en las acciones justas, necesarias y libres de grandilocuencia. Se comunica de manera práctica y se vincula desde su vocación de servicio, y su presencia incondicional. Maneja los lenguajes simbólicos: comprende intuitivamente toda forma que trascienda el lenguaje (aunque muchas veces, le cuesta creer en lo que intuye y/o ponerlo de manifiesto). A pesar de que suele tener una apariencia seria y distante, su energía es portadora de una extrema sensibilidad y sentido de la responsabilidad para con lxs otrxs.
“El hombre sólo se conoce a sí mismo por la acción”.
Goethe
Cuando las cualidades de esta luna están en sombra, pueden generar conductas obsesivas. También fuertes frustraciones, sensación de impotencia y complejo de inferioridad. Es probable que a quien se le dificulte el diálogo con esta energía lunar, se convierta en un ser excesivamente racional, y descalifique todo aquello que no pueda ser explicado o comprobado; marcando distancias, imposibilitando el diálogo. Ésta luna afligida puede dar personas muy temerosas y faltas de confianza en sí mismas. Como también puede marcar una tendencia a la sobre adaptación, y en el caso de las niñeces dar lugar a infancias que acaban o «maduran» antes de tiempo. Generando en las personas conductas que las vuelven fácilmente presas del deber, en especial en relación con lxs otrxs, anteponiéndolo a sus propias necesidades (aunque eso juegue en detrimento del despliegue de su propia vida).
“El hombre se cree siempre más de lo que es, y se estima menos de lo que vale”
Goethe
Con esta luna nueva, como es sabido, iniciamos un ciclo energético que durará seis meses, y que encuentra su período de especial potencia en los días que anteceden a la llegada del próximo plenilunio.
Este tiempo bajo la luna es un buen momento para:
“La magia es creer en tí mismo. Si puedes hacer eso, puedes hacer cualquier cosa”.
Goethe
Ojalá podamos darnos el espacio para dialogar pacientemente con nuestro presente, recordando que todos los pequeños gestos que alimentan el sistema cósmico (que de tan cotidianos dejaron de ser vistos) son, en verdad, los que hacen posible la vida en la Tierra.
Feliz Luna Nueva!
Nota de la autora: Esta publicación pretende funcionar como un acercamiento al conocimiento de la Astrología, brindando al lector y a la lectora apenas una ínfima porción de lo que el vasto y complejo universo Astrológico abarca. Pensar la Astrología en partes aisladas (en este caso, sólo tomar en cuenta la influencia de la luna, olvidando el resto de los planetas), y sin una vinculación directa de sus partes con la carta astral que guarda el sello energético de cada persona, ha de significar un error por tratarse de un abordaje por demás incompleto. La elaborada trama del diálogo entre las esferas celestes, se estudia en conjunto. Y dicho diálogo, a su vez, tiene un impacto particular y específico en cada persona. La intención de esta columna es comenzar a abrir la escucha hacia este lenguaje simbólico, para poder hacer conscientes los tiempos del firmamento; que han de estar estrechamente ligados con nuestro ritmo en la tierra.
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Diálogos entre Cielo y Tierra
Compartir columna