Columnistas
Cruzando el océano
Enfermérides del Rock
Alsina 451. Noche del 21 de diciembre de 1987. El dolor es insoportable. Con la soledad como única compañía en una habitación austera y desmejorada, Luca miraba vertiginosamente el repaso de las diapositivas de su agitada vida. Faltaban apenas minutos, los suficientes para que el calendario diera un paso más en su marcha perpetua, y el atropellado resumen terminara. Hacía apenas un par de días que había estado frente a 500 personas dando su última ofrenda a una audiencia que casi siempre le resulto esquiva, aunque eso mucho no le importara. Hoy son miles los que aseguran haber estado allí o en otras presentaciones, casi siempre lánguidas en cuanto a público, siempre vigorosas en entrega.
Las paredes, a 31 años de su partida, aún rezongan agrietadas en los barrios que está con vida, como si se tratara de un grito desesperado. Su música, para muchos imperecedera, lo mantiene latiendo entre nosotros. Elegimos para recordar los 31 años de su partida Lament, una hermosa canción de (des)amor en tiempos de su llegada y su estadía cordobesa.
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