Semanas atrás, cobró estado público la situación de un grupo de alrededor de treinta empleados del Astillero Río Santiago que luchan por acogerse a la jubilación bajo el régimen que establece el Instituto de Previsión Social, que según observan otorga mayores beneficios que el de ANSES.
Desde el grupo, que continúa con sus gestiones ante autoridades provinciales, se pone el acento en que jubilarse por el IPS garantiza movilidad automática en sus haberes, dado que los aumentos que reciben los trabajadores en actividad impactan también en los pasivos.
“Además, el IPS toma los tres mejores años de aportes consecutivos o los cincos mejores alternados, a diferencia de lo que sucede en la Nación que contempla los últimos diez años de trabajo”, expresaron oportunamente los integrantes del grupo de trabajadores.
La solicitud sigue por el momento trabada, bajo el argumento de que los trabajadores, en sus más de 40 años de servicio, hicieron sus aportes en mayor proporción en la Nación.
El caso que ejemplifica la situación es el de un trabajador berissense que se retiró en el año 1993, cuando el ARS aún pertenecía a la Nación, sumando 24 años de aporte en ANSES. Una segunda fase de trabajo en el ARS se extendió de 1997 hasta 2013, lo que representan otros 17 años de aportes, en este caso en la Provincia. “Existe una normativa que dice que con diez años de aporte en Provincia ya podés acogerte bajo el régimen del IPS. Además en 2017 mediante la firma de un acto se nos reconoció el reclamo”, explicaba dicho trabajador el mes pasado, a la espera de una respuesta que aún no llega.
Actualmente, los 32 trabajadores del grupo -muchos de los cuales tienen más de 70 años- continúan recibiendo el anticipo del 60% en vez de la totalidad de sus haberes.
Carta Abierta de esposas
Para mantener activo el tema, un grupo de mujeres -parejas de varios de los trabajadores que llevan adelante el reclamo- hizo circular en los últimos días una Carta Abierta en la que se pasa revista a la situación que enfrentan las familias.
En el documento, subrayan que la mayoría de los trabajadores del grupo son mayores de 70 años que, por su edad y por la situación a la que están expuestos, enfrentan problemas psicológicos o a enfermedades como ACV, Diabetes, infartos, parkinson, covid, presión arterial, problemas motrices y otros.
“Aportaron más de cuarenta años y cuando llegó el momento del tan deseado retiro, no cuentan con la posibilidad de una vida digna”, indican.
Al mismo tiempo, aluden a un acta firmada el 4 de abril de 2017, que según exponen se encuentra ‘archivada’ en el Ministerio de Trabajo. En el documento, funcionarios involucrados con la temática asumían el compromiso de ‘buscar una solución favorable, exclusiva y definitiva’ con la intervención del Ministerio, del IPS, del ARS y de ATE.
