Desde el inicio de la cuarentena general, los alumnos no asisten a las escuelas y realizan sus tareas diarias por Internet. Esta situación trae aparejado un escenario preocupante para los dueños de transportes escolares. Los trabajadores se encuentran en sus casas, sin saber qué será de su futuro y manifiestan que el sector no está presente en la consideración de las autoridades.
En el distrito existen en la actualidad 80 habilitaciones escolares y los trabajadores del sector piden la colaboración del gobierno para poder seguir manteniendo el servicio una vez que se reanude la actividad.
“Con el tema del corte de clases nos quedamos sin ningún tipo de ingreso. Además del gasto de la camioneta y el seguro, está también el gasto de las azafatas y en algunos casos choferes. A fin de mes tenemos un gasto fijo que mantener, algo imposible sin ingresos”, describió Darío Biondi, integrante del sector en el distrito.
La asistencia que ofreció el Gobierno para los monotributistas fue para los de las categorías A y B, pero este sector contempla a autónomos desde la categoría C y D en adelante. Eso fue lo que algunos transportistas llevaron como planteo a las autoridades municipales en los últimos días. “Pedimos una reunión con el Intendente para plantear nuestra inquietud. En el momento en que se concretó la reunión no se habían lanzado los préstamos con intereses al 24 por ciento de interés. El intendente me manifiesta que somos un grupo olvidado, que nadie sacó el tema y nos expresa que planteará la situación con las autoridades provinciales”, expresó Biondi. “En el lapso de diez días nos reunimos nuevamente y nos dijo que existía sólo el préstamo del 24 por ciento a través del Banco Nación, que es muy difícil conseguirlo. Por eso quedamos en pampa y la vía”, dijo también.
“Lo que apareció ahora y que nos parece una buena medida es el crédito a tasa cero, pero es algo que nos genera otra deuda. El préstamo es muy bueno, no solo por la tasa sino también por el sistema de adjudicación de cómo te da la plata y cómo te cobra. Lo que sucede es que la devolución de la plata es en noviembre o diciembre, justo cuando se nos corta el trabajo nuevamente”, puso de relieve el transportista. “Trabajaríamos dos meses cuando se levante la cuarentena, luego de las vacaciones de invierno, y cuando dejamos de trabajar tenemos que pagar el préstamo”, insistió con preocupación.
Biondi consigna que el sector es hasta el momento uno de los ‘grandes olvidados’. La situación, observa, fue analizada con asociaciones de transporte de todo el país y la conclusión es que por ahora “no hay una solución nacional para el sector”.
