La CGT llevó adelante este miércoles el quinto paro contra las políticas del gobierno nacional. Referentes de la central obrera no dudaron en evaluar a la medida como ‘contundente’, mencionando que no está descartada la posibilidad de continuar con este tipo de acciones en el caso de que la administración de Macri no tuerza el rumbo económico.
Efectivamente, el paro se hizo sentir sobre todo en el área metropolitana de Buenos Aires y el conurbano, en donde fue fundamental la ausencia de colectivos y trenes. La protesta contó con la adhesión de las dos CTA, agrupaciones de izquierda y movimientos sociales.
En la ciudad de Buenos Aires se efectuaron cortes en diferentes puntos. A la vez, movimientos sociales llevaron adelante ollas populares en diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires.
En la ciudad, el panorama fue semejante al de un día feriado. El paro afectó con fuerza al transporte (la adhesión fue absoluta) y la educación, por lo que en las calles no se observó el tránsito característico, sobre todo en la Avenida Montevideo. La medida de fuerza se hizo notar también en estaciones de servicio, en donde la atención estuvo interrumpida y en organismos públicos. En la Municipalidad, el movimiento no fue el habitual, ya que expresaron su adhesión los integrantes del Sindicato de Trabajadores Municipales, así como los estatales enrolados en ATE. En el caso del Hospital, la atención también se vio reducida por la medida de fuerza a la que se plegó el gremio de la CICOP.
Aulas vacías y ollas populares
Trabajadores enrolados en el Sindicato de Trabajadores Municipales y afiliados a ATE, junto a docentes de los gremios SUTEBA y UDOCBA de la ciudad se plegaron a la medida de fuerza impulsada por la CGT. Al adelantar su adhesión, la Comisión Directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales informó que la medida sería sin concurrencia a los lugares de trabajo. Sin embargo, el palacio municipal y distintas dependencias del Estado comunal abrieron sus puertas, aunque no atendieron al público.
En el plano de la educación, desde los gremios UDOCBA y SUTEBA expresaron que la medida de fuerza alcanzó en el distrito un 90 por ciento de adhesión.
En el caso de los comercios, la adhesión fue menor, ya que muchos locales comerciales, sobre todos los ubicados a lo largo de Avenida Montevideo levantaron sus persianas. La falta de transporte fue determinante, ya que los choferes de las líneas 202 y 214 se acoplaron a la medida de fuerza. En el caso del sector taxista el acatamiento fue relativo y varios conductores quisieron probar suerte saliendo a la calle.
La adhesión al paro del gremio La Bancaria tuvo su impacto en el plano local, ya que no hubo atención al público en ninguno de los tres bancos con filiales en el distrito.
Con el objetivo de hacer visible su desacuerdo con las políticas del gobierno encabezado por Mauricio Macri, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) decidió realizar ollas populares en 157 entre 16 y 17, 34 y 166 y 33 y 168.
Al paro se sumaron además fuerzas de izquierda y organizaciones sociales y, en el caso de Berisso, el Partido Justicialista y diferentes agrupaciones de dicha extracción, que a través de sendos comunicados, también llamaron a parar.
