El próximo 10 de diciembre, cuando se cumplan 40 años de la restauración democrática, Alberto Fernández dejará el sillón de Rivadavia. El nombre de su sucesor se conocerá este domingo, cuando concluya el balotaje que convoca nuevamente a las urnas a los argentinos.
Instituida mediante la reforma constitucional de 1994, la figura de la ‘segunda vuelta’ se utilizará por segunda vez en estos cuarenta años de democracia ininterrumpida.
La primera vez en que se celebró un balotaje -luego de que Carlos Menem desistiera de confrontar con Néstor Kirchner en la elección de 2003 pese a sacar más votos en las generales- fue en 2015, cuando Mauricio Macri se impuso a Daniel Scioli, por el 51,34% contra el 48,66% de los votos. En las generales, el candidato del Peronismo había sido el más votado, superando al del Pro por un 37,08% contra un 34,15%.
Respecto de la operatoria para participar, no es mucho lo que puede agregarse: mismo horario, mismos centros de votación y mismas mesas que en las PASO y las generales. Tal vez un dato que vale la pena tener en cuenta, es que las autoridades electorales establecieron que las boletas utilizadas en la elección del 22 de octubre tendrán el mismo valor que las impresas exclusivamente para el balotaje. La decisión apunta a evitar que se invalide el voto de un elector que concurra a las urnas con alguna boleta ‘sobrante’ de las generales.
Por las particularidades de las fuerzas en competencia, el tema de la ‘fiscalización’ azuzó el debate de los últimos días. Con un esquema sumamente aceitado, dada su veteranía en experiencias electorales, el oficialismo no tendrá problemas en cuidar que se respete la voluntad de sus votantes. Más difícil la tendrá La Libertad Avanza, dada su muy reciente irrupción en el plano electoral y su carencia de estructura en las diferentes jurisdicciones. No obstante, confirmado el apoyo que para la fiscalización ofrecerá a la fuerza de Milei el Pro, se da por descontado que la gran mayoría de las mesas de votación contarán con un fiscal del sector.
Así y todo, la propia Cámara Nacional Electoral emitió un comunicado en el que reafirma la calidad de los procesos electorales que históricamente celebró la República. Esto para dar por tierra con cualquier ‘sugerencia de fraude’ como la que echaron a correr referentes de LLA.
“El alto nivel de garantías que aseguran el respeto de la genuina expresión de la voluntad popular en la República Argentina, con mecanismos imparciales para resolver reclamos e incidencias, es un elemento reconocido no solo en el ámbito nacional sino también por la comunidad internacional”, se lee en el documento, en el que se alude a 33 procesos electorales nacionales “íntegros, de diversas características; todos con resultados aceptados y reconocida e indiscutida legitimidad”.
El antecedente de octubre
Conforme al escrutinio definitivo de las elecciones generales de octubre, en el total general del país, la fórmula de Unión por la Patria integrada por Sergio Massa y Agustín Rossi obtuvo 9.853.492 votos, esto es un 35,98% del total, mientras que la fórmula de La Libertad Avanza, que conforman Javier Milei y Victoria Villaruel, cosechó 8.034.990 votos, lo que equivale al 29,34% del total.
Parte del mar en el que las fuerzas todavía en carrera buscan ‘pescar’ de cara al domingo, está integrado por los 6.379.023 votos (23,29%) obtenidos en octubre por la fórmula Patricia Bullrich – Luis Petri, de Juntos por el Cambio. También es un interrogante qué decisión tomará la mayoría de los electores que se inclinaron en la general por la fórmula Juan Schiaretti – Florencio Randazzo de Hacemos por Nuestro País. Ese universo está representado por 1.802.068 de votos (6,58%).
Si bien los principales candidatos del Frente de Izquierda no se alinearon detrás de uno de los candidatos que confrontarán el domingo, también es una incógnita conocer si la mayoría de sus 722.061 votantes (2,64%) se mantendrán esta vez al margen u optarán por votar a Massa, para tratar de obturar el ascenso de Milei a la presidencia.
Nada despreciable, cuando cada voto vale, es pensar en la posibilidad de que se reformulen los 597.051 votos en blanco de octubre, o que tengan otro status los 235.235 que fueron considerados nulos.
En Berisso, la ventaja del oficialismo fue en octubre bastante amplia, al punto de que sumados, los votos obtenidos por La Libertad Avanza (22,92%) y Juntos por el Cambio (21,89%) no alcanzan el 48,19% que representan los casi 30 mil votos obtenidos por la fórmula Massa-Rossi.
Cambio de era
Los dos candidatos presidenciales procuran presentarse como líderes para una nueva fase de la Argentina, tras una gestión fallida -la de Alberto Fernández, un Presidente ‘sin presidir’ al menos en los últimos meses- que probablemente haya marcado el final de una era.
Ante tamaño escenario, la campaña se tornó particularmente virulenta y se tiñó de tono dramático, poblándose en parte de debates válidos sobre ítems como economía, derechos humanos, educación, salud, etc. y en parte de ‘áctings’ y slogans.
De un lado, Massa, con su expertise político y el status quo abroquelado. No muchas veces un candidato consiguió semejante nivel de apoyo entre instituciones de todas las esferas: de gremios a universidades, de iglesias a empresas, pasando por clubes, bancos y hasta ONG’s.
Del otro Milei, un candidato sin estructura, desarticulado pero hasta aquí con una importante cantidad de votos ‘sueltos’, en buena medida de gente al límite de la tolerancia hacia la clase política y dirigencial en general.
Una pulseada por cierto inédita, de resultado ‘abierto’ para unos y otros que probablemente se defina por los ‘no convencidos’, muchos de los cuales decidirán su voto el mismo domingo.
Sea cual fuere el resultado, será la voluntad de la mayoría. Finalmente, tal vez uno no sea la continuidad de una cultura política que puso al país al borde de la actual situación dramática; tal vez el otro no sea el salto al vacío ni la confiscación de derechos. Como sea, uno de los dos va a estar al frente de la nave en breve y es la nave en la que estamos todos. Ojalá el capitán sea el indicado.
“Está en juego la democracia”
Tras considerar que Unión por la Patria es una fuerza ‘consolidada’, el reelecto jefe comunal Fabián Cagliardi se refirió a la tarea que le resta llevar adelante al sector con vistas al balotaje. “Estamos de cara a una elección muy importante. Lo que vemos es que mucha gente viene a buscar las boletas a nuestros locales y veo a los vecinos apoyando a Sergio Massa. Aún atravesando una situación como la que se está viviendo, que es difícil, continúan apoyando a un gobierno popular”, enfatizó.
“Lo que está en disputa entre la democracia y un gobierno para unos pocos que destruiría a la Argentina. Massa tiene un proyecto de país donde incluye a todos los argentinos”, remarcó el mandatario.
“Estamos trabajando muy fuerte con todos los espacios, hablando con referentes políticos de distintos espacios que no compiten con su bandera política. Hoy se suman y apoyan esta propuesta. Lo que se juega no es una cuestión política o de dos partidos políticos, sino la defensa de la democracia y los derechos que conquistaron todos los argentinos”, consideró. “Sergio Massa es la persona que va a sacar este país adelante, es quien va a ayudar a los intendentes y el que quiere construir con todos los argentinos”, insistió.
“La Argentina que estábamos esperando”
Para los integrantes locales del Frente Renovador, la posibilidad de que Sergio Massa sea Presidente representa una meta por la que trabajaron intensamente durante mucho tiempo. Con Ángel y Agustín Celi como referentes principales, el sector redobló en las últimas semanas sus acciones de campaña, repartiendo propuestas y boletas en diferentes puntos del distrito, incluido el Parque Cívico.
“Se trata de militar hasta que lo que parecía inalcanzable, se torne inevitable”, expresó en las últimas horas el concejal saliente Agustín Celi, convocando a los berissenses a votar por la Argentina “que estábamos esperando”, confiado en la capacidad de gestión de Massa para ejercer la primera magistratura.
”Con los mismos de siempre, imposible”
El concejal electo por La Libertad Avanza, Daniel Del Curto, expresó su satisfacción por la posibilidad que el espacio libertario tenga chances de llegar al gobierno. Con fuertes críticas al oficialismo llamó a que la gente no tenga temor y se incline a votar por Javier Milei para hacer posible un cambio profundo de la Argentina. “Muchos preguntan por qué hay que votar a Milei. Esto es muy simple, alcanza con preguntarle a cualquier ciudadano cómo la está pasando a nivel económico, si está contento con el actual nivel de inflación. Un kilo de carne hoy vale 4.500 pesos. Estamos tan ahogados que no sabemos qué vamos a comer de un día para otro. Lo mismo sucede con la inseguridad, no se puede salir a la noche porque te roban el celular, es un descontrol. Si estamos tan mal ¿Por qué votar a Massa?”, cuestionó.
“Hace cuatro años que están en el gobierno y ahora vienen con una solución porque estamos en campaña. Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre, la gente no tiene que tener miedo y para que tengamos un futuro prometedor tiene la oportunidad de votar por Milei”, expuso en el mismo sentido.
Respecto del desafío de fiscalizar, frente al aceitado aparato con el que cuenta el peronismo en el distrito, se mostró optimista. “Estamos muy bien, vamos a sentar un fiscal en todas las mesas de las escuelas, más fiscales generales en conjunto con la gente del Pro. Tuvimos conversaciones con el concejal Jorge Marc Llanos, con Jorge Metz y Daniela Rivero. Toda la gente del Pro está colaborando. Hicimos un trabajo en conjunto muy bueno”, señaló.
“Ser neutral es ser tibio”
En el plano local, La Libertad Avanza cosechó apoyos de sectores del Pro identificados con las figuras de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que hicieron pública su decisión de votar por Milei.
“Nosotros acompañamos a lo que creemos que puede garantizar un proceso republicano. Consideramos que Massa es la continuidad del kirchnerismo, la continuidad solapada de Cristina Kirchner y de las malas prácticas de la acción política. Quiénes mejor van a representar los intereses de los argentinos están siendo atacados con mentiras tremendas como las privatizaciones en educación o salud. ¿Si lo que viene es peor, por qué el gobierno actual no corrigió absolutamente nada?”, observó por ejemplo Gabriel Miraz. “Nosotros somos respetuosos de la decisiones que toma el pueblo, mientras que quien está del otro lado no las respeta, se burla y subestima al pueblo que vota”, consideró también.
Para el ex consejero escolar, el del balotaje ‘no es un tiempo para tibios’. “En un momento en el que están en juego las instituciones de la República, la Constitución, las libertades individuales, ser neutral es ser tibio. Que no digan que son neutrales porque terminan siendo funcionales al massismo”, apuntó, confirmando que por su sector, quien oficiará de ‘enlace’ para la fiscalización será el concejal Jorge Marc Llanos.
“Ni populismo demagógico ni extrema derecha”
El presidente del comité local de la UCR y concejal electo por el frente Juntos por el Cambio, Patricio Yalet, acuerda con el radicalismo a nivel nacional en la decisión de mantener la neutralidad de cara al balotaje. “A nosotros nos eligieron como oposición, tanto de Massa como de Milei, por lo tanto no podemos faltarle el respeto a nuestros votantes. Por otro lado, consideramos que nadie, ni los partidos políticos ni los políticos, es dueño de los votos. Creo que lo mejor es no condicionar al afiliado y darle libertad de acción”, expuso.
“No estamos con el populismo demagógico que representa Massa, ni con la extrema derecha que representa Milei. Tampoco estamos de acuerdo con las decisiones unilaterales e inconsultas de miembros de Juntos por el Cambio y con la postura de Gerardo Morales, que expresó que va a hacer todo lo posible para militar en contra de un candidato. Para nosotros es triste la realidad del país y ninguna de las dos opciones representa el cambio que el país necesita”, aseveró.
