A las seis de la tarde del pasado sábado, la zona de ‘la Bajadita’ se transformó en escenario de una jornada mediante la que la ONG Decir Basta, con la lectura de un documento, apuntó a generar conciencia respecto de la problemática de la violencia de género.
La propuesta estuvo enmarcada en la conmemoración del Día Internacional de la Lucha por la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y contó con la participación de referentes de SUTEBA y CTA, quienes junto a otros referentes comunitarios participaron de una radio abierta y de la entrega de folletería preventiva.
También se montó una ‘mesa de dulces’ con el objetivo de obtener donaciones para que la ONG pueda solventar costos asociados a la función que desarrolla en beneficio de las mujeres en riesgo.
Entre los entrevistados de la radio abierta estuvo Malena Maturano, trabajadora de la línea telefónica 144 en la provincia, quien reveló que el área se ve afectada por una situación de precariedad laboral. Además, a lo largo de la transmisión se puso el acento en la falta de cumplimiento de la ESI (Educación Sexual Integral) en las escuelas públicas y privadas. Cerrando el encuentro, la profesora Paola Di Pietro y sus alumnos compartieron una clase de zumba con el público.
Algunos puntos destacados del documento
Como en otras oportunidades, se leyó durante la jornada un documento elaborado por los integrantes de la ONG, referido a avances y retrocesos en la lucha por la eliminación de la violencia de género.
“Paren de matarnos” fue el descarnado pedido que hizo patente el texto, en el que además de repasarse la historia de “Decir Basta” se brindaron datos dramáticos, como el que indica que, en lo que va del año 2017, doscientas cincuenta mujeres fueron asesinadas en la Argentina en hechos que constituyeron ‘crímenes de odio y de desigualdad de género’.
Del mismo modo, el documento elevó consignas contra la ‘feminización de la pobreza’ y las dificultades para acceder a la interrupción legal del embarazo, aludiendo al incremento en los índices de abortos clandestinos.
También se fijo postura en cuanto a la ‘criminalización de la protesta’, advirtiendo que las integrantes de la Tupac Amaru detenidas en Jujuy “son las hermanas Mirabal de nuestros tiempos, porque resisten a la dictadura feudal de un gobierno represor” y exigiendo la inmediata liberación de Milagro Sala.
Por otro lado, se criticó la implementación de un protocolo de detención para personas de la comunidad LGBT, definiendo que “sólo estigmatiza y continúa persiguiendo a las identidades disidentes”, mostrando “una de las caras más crueles de la violencia machista”.
Finalmente se expresaron críticas al plan nacional para la eliminación de la violencia, subrayando que un 70% de su presupuesto va a la construcción de refugios, ‘perpetuando una lógica de aislamiento’. Las críticas pusieron también en tela de juicio la idoneidad de funcionarias locales, advirtiendo que todavía no pusieron en marcha el denominado ‘fondo de emergencia’, al que calificaron como ‘único programa de ayuda directa a las víctimas’.
Entre aspectos positivos de los tiempos que corren, identificaron el nivel de organización de un movimiento que protagonizó por ejemplo el paro internacional del 8 de marzo, la nueva convocatoria de ‘Ni una Menos’ y el Encuentro Nacional de Mujeres, que reunió a unas 70 mil asistentes.
