Las Representantes Culturales de las colectividades se presentan en un ciclo producido por Berisso TV.
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El sábado 8 de octubre se elige a la Embajadora de la 45ª Fiesta Provincial del Inmigrante. Este lunes, a través de una producción de Berisso TV, conocemos a Giuliana Nizzo, Representante Cultural de la Colectividad Italiana.
Impulso fundacional
Dividida en pequeños reinos, sometida a la dominación extranjera y sacudida por continuas guerras, Italia vivió en crisis en la primera mitad del siglo XIX. Recién en 1871 comenzaría a tomar forma la tan ansiada unidad nacional, pero años antes muchos italianos ya buscaban en la emigración un mejor destino para sus vidas.
La inmigración italiana en Argentina fue insignificante hasta 1850, pero después fue aumentando hasta edificar la colectividad con mayor presencia en el país, junto a la española.
De acuerdo a datos proporcionados por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA), existen aproximadamente un millón veinte mil fichas de italianos que llegaron al país sólo entre 1882 y 1927.
La presencia itálica en Sudamérica fue vital para la evolución de la agricultura y la industria. Con su tesón y su férrea entrega al trabajo, los inmigrantes de la península consiguieron transformar regiones enteras. En estas latitudes, ese poder transformador salta a la vista si se repasan los orígenes del pueblo de Berisso, forjado por un inmigrante genovés dueño de dicho apellido que instaló saladeros, devenidos con el tiempo en los frigoríficos que darían a la ciudad su perfil industrial.
Las instituciones italianas en Argentina son muchísimas. Entre ellas, aparece como una de las más antiguas la “Sociedad Italiana de Berisso”. Su historia comienza con un grupo de inmigrantes que a fines de 1918 conformó una asociación de ‘socorros mutuos’. Fue puntualmente el 13 de diciembre de aquel año cuando se llevó a cabo una reunión en el ex-cine Progreso, que dejó constituida la sociedad Humberto II, luego rebautizada Soccietá Operaia Italiana, de carácter apolítico y sobre todo mutual.
Entre los promotores de aquel nucleamiento figuraron entre otros Víctor A. Micucci, Federico Dimara, Miguel Dángelo, Domingo Leveratto, Victorino Farina, Domingo Sansosti y José Cicarelli. Desde la asunción de su primera comisión directiva, la institución se trazó como objetivo principal el de estimular el espíritu de fraternidad entre italianos y entre italianos y argentinos, socorriendo a los enfermos y a los imposibilitados para trabajar.
En 1928, la Sociedad adquirió una propiedad para edificar su sede social. Ubicado en calle Montevideo Nº 841 y recientemente refaccionado, el espacio sigue siendo eje de encuentros y de múltiples actividades como la enseñanza idiomática. A partir de 1993, además, cobró especial dinamismo en su seno un Coro que representa a la colectividad en diferentes geografías.
La familia unita
Como en la mayoría de los países mediterráneos, existe en Italia un gran respeto por la institución familiar y sobre todo por los ancianos. Las mammas italianas son conocidas en todo el mundo por mantener la unión y el cariño entre los componentes de la familia, aunque la tradición indica que es el padre quien lleva la voz cantante. Los italianos y sus descendientes esparcidos por el mundo suelen reunirse a menudo con tíos, primos y demás parientes para festejar todo tipo de acontecimiento, herencia que en Argentina se adoptó tal vez con mayor intensidad que en cualquier otro país.
