A puro talento, el artista Mauricio Ochoa dibujó con carbón el rostro de Messi sobre una vieja pared afectada por la humedad en una cochera. La imagen se multiplica en redes.
Desde chiquito, Mauricio Ochoa se sintió especialmente atraído por la obra de Salvador Dalí. Luego de repasar muchos de sus trabajos compró un libro que brindaba explicaciones sobre técnicas para el uso del óleo y las telas.
Cuando con trece años iniciaba su camino en la escuela secundaria decidió eligió pintura en tres o cuatro o colores y puso manos a la obra. “Esa fue la primera vez que pinté. En esa época estaba completamente influenciado por Dalí y enfocado en el surrealismo. Después fui conociendo otros artistas y depurando mi estilo, que aún hoy sigo sin poder definir con precisión”, revela.
Autodidacta y hoy con 47 años de edad, Ochoa se transformó en un reconocido creador en el campo de la pintura, la escultura y el arte digital. A las excelentes críticas que cosechan sus trabajos, se sumó en los últimos días cierto furor por una obra que llevó adelante casi fortuitamente y que se replicó en redes con una velocidad y alcance asombrosos. Se trata de un retrato de Lionel Messi hecho sobre la rústica pared de una cochera.
“La idea surgió por el contexto del Mundial de Fútbol. Ya lo había hecho en caricatura a Maradona. Si bien no soy muy futbolero, entiendo que ambos son destacados deportistas”, describe al ídolo popular retratado.
Como hecho curioso, los trazos los efectuó con una piedra ‘parrillera’ de carbón. “Trabajé sobre una pared vieja afectada por la humedad, eso me sirvió para tener el medio tono, al rasparlo tomaba los brillos de la cara y para la oscuridad y la sombra utilicé carbón”, relata con precisión al aludir a la obra que exhibe una de las paredes del garaje en el que guarda su auto, a la vuelta de su casa de calle 8.
“En ese lugar no me veía nadie. Me gusta trabajar tranquilo, no me concentro cuando tengo que dibujar a la vista de los demás”, confiesa.
Meses atrás y como homenaje por la conmemoración de los 40 años de la Guerra de Malvinas, Ochoa había plasmado en el SUM del Centro local de Ex-Combatientes, el CEVECIM, un mural de importantes dimensiones con la imagen del archipiélago de Malvinas.
“Ése en realidad fue el primer mural que realicé y me sirvió. Tal vez si no lo hubiera hecho, no me animaba a pintar el de Messi sobre una pared y con esas dimensiones. Seguramente hubiera terminado en un papel, pero lo pensé directamente desde el primer momento como mural”, comenta.
Pocos días antes de poner manos a la obra definió el proyecto. Un sábado al atardecer comenzó la tarea. Como el capitán del seleccionado argentino, inició un recorrido propio apelando a curvas y gambetas que lo ayudaron a superar dificultades.
“No tenía buena luz, pero sentía ganas de empezar. Lo fui marcando todo porque las proporciones tenían que ser exactas ya que no se trata de una caricatura, sino de un retrato fotográfico. Al otro día, me levanté y empecé a trabajar. La tarea me llevó ese domingo unas cuatro horas”, describe.
Algo sorprendido por la repercusión que tuvo su trabajo, Ochoa se muestra agradecido por comentarios y muestras de afecto que recibió y recibe después de postear la imagen. “Fue algo que me llamó la atención y que agradezco. Soy de perfil bajo. No suelo publicar mis cosas; a veces hasta me cuesta hacerlo cuando participo de alguna muestra”, sostiene.
Aunque no estén exhibidas en gran número, algunas de las obras de Ochoa pueden conocerse visitando en Instagram la cuenta @mauricio.8.a.
