La ex-diputada provincial criticó a los ‘paracaidistas’ de la política y manifestó sus ganas de construir junto a gente ‘que quiere cambiar las cosas’.
Ex-diputada provincial y decisivo puntal de las gestiones que encabezó como intendente su esposo, el recordado dirigente Néstor Juzwa, Elsa Lara decidió hacer público su alineamiento con la figura del pre-candidato a diputado nacional por el frente “Vamos con Vos”, Florencio Randazzo.
“No me prendo a la división a la que someten al país. Quiero tener otra voz y quiero elegir a un candidato que sintetice una forma de pensar que tenga que ver con la palabra y el trabajo. Por eso decidí trabajar con Florencio Randazzo, quien en momentos difíciles tuvo que decidir y decidió”, afirmó la dirigente esta semana.
En tal sentido, describió que siguiendo una línea que siempre compartieron con su esposo, en esta oportunidad y de cara a las PASO de septiembre y a las legislativas de noviembre, también decidió hacer pública su postura política, aunque formulando una aclaración.
“En las elecciones y en todo lugar donde se ve un candidato potable, aparecen los paracaidistas que siempre estuvieron de un lado y del otro. Queremos construir nuestro espacio con gente que tiene la convicción de cambiar las cosas”, aseveró, haciendo referencia también a las dificultades generales que enfrenta el país. “Todos podremos ser un poco responsables de lo que ocurre, pero algunos tienen más responsabilidad que otros”, enfatizó.
Jóvenes y mujeres
Posando la mirada sobre el actual contexto social, Lara se refirió a la situación de los jóvenes como uno de los problemas más preocupantes a la hora de pensar en el futuro.
“Veo un gran vacío para la posibilidad que tienen los jóvenes de progresar y cumplir sus sueños en el país. Muchos jóvenes con o sin título que tienen la posibilidad de irse al exterior, se van. Buscan una posibilidad de desarrollarse que evidentemente no encuentran en nuestro país, por la falta de un plan de desarrollo”, consignó, añadiendo que la pandemia empeoró las cosas. “Muchos jóvenes tuvieron que estar encerrados. Mientras algunos pudieron mantener algún tipo de vínculo con el entorno, otros no pudieron por no tener Internet. También están quienes no tienen trabajo o tienen un trabajo precarizado”, definió.
El presente es sumamente delicado, analizó, si se tiene en cuenta que “de 10 chicos hay 7 que no tienen lo básico, en un marco económico que no sale adelante”.
Los contextos de encierro, consideró luego, también dejaron huellas muy profundas en la mujer. “Muchas mujeres tuvieron que quedarse en su casa y en algunos casos sufrieron violencia de género, al encontrarse viviendo con el maltratador. La pandemia agudizó el problema. Vivimos en una sociedad muy violenta y se tienen que resolver estos temas”, consideró.
