Así caracterizan a la gestión de Cagliardi los concejales de Juntos, tras expresar su rechazo a la Rendición de Cuentas.
Tras expresar su rechazo a la Rendición de Cuentas que finalmente resultó aprobada en la sesión que el Concejo celebró la semana pasada, concejales de Juntos advirtieron que la Comuna adoptó como regla la de no responder con datos puntuales sus pedidos de informes ni brindar información sobre licitaciones y contratos de locación.
“Tampoco nos dieron acceso al sistema de contralor RAFAM. Esta negativa expone una clara tendencia de la gestión de Cagliardi a no brindar información”, expresaron los ediles en un Comunicado que emitieron a inicios de esta semana, recordando que conforme a una Resolución del Tribunal de Cuentas provincial de 2016, garantizar el acceso de todos los concejales a los movimientos económicos de la comuna es obligatorio.
“La realidad que vivimos día a día los vecinos de Berisso evidencia que el dinero público no es invertido donde corresponde”, plantearon también los concejales opositores, criticando la falta de inversión en infraestructura y las deficiencias en lo que hace a servicios de limpieza que exhibe el distrito. “Mientras tanto, el intendente Cagliardi usa el dinero de los vecinos para pagarle prácticamente la totalidad de la deuda a su propia empresa y girarle casi $11 millones de pesos al Partido Justicialista de Berisso”, cuestionaron los ediles, argumentando que “pareciera que hay plata para pagar a los amigos del Intendente, pero no hay plata para solucionar los problemas de los vecinos”.
Otro aspecto en el que pusieron el acento es el nivel de recaudación local, considerando que “evidencia una gran incapacidad de gestión en materia tributaria y fiscalizadora”, que acrecienta la dependencia de Berisso respecto de las administraciones de Provincia y Nación.
“La última Rendición de Cuentas no refleja la situación real de la gestión económica de Berisso. Muestra una foto parcial que el Intendente quiere que veamos mientras esconde los verdaderos desequilibrios económicos que no puede resolver”, afirmaron en su escrito los cinco integrantes de la bancada, considerando que el dictamen finalmente aprobado “defiende los intereses personales de Cagliardi, de sus amigos y sus socios”.
