Con la llegada de los días de calor y la flexibilización de la cuarentena, es habitual observar movimiento en aguas que bañan la costa de la región, que incluyen desde paseos en kayak hasta salidas grupales en lanchas.
Pese a esta realidad, y a que muchas actividades deportivas ya fueron habilitadas por el gobierno nacional, la pesca continúa cerrada en varios municipios ribereños.
Fernando Sánchez es guía de pesca en la ciudad desde hace más de quince años y hace ocho meses no trabaja al no contar con la necesaria autorización de la Municipalidad. “Abren los shopping, el turismo y la pesca embarcada continúa cerrada. Llamamos a Prefectura y a la Municipalidad y nos dicen que la navegación está habilitada pero no la pesca” expresó.
“No tiene ninguna lógica. Podés ir con tus amigos a tomar mate pero si querés tirar una caña lo tenés prohibido”, agregó el guía de pesca.
La situación que señala Sánchez se suma a otras preocupaciones que desde hace tiempo vienen expresando, en distintos puntos del país, muchos guías de pesca que continuaron pagando monotributo, guarderías, matrículas y seguros, pese a no tener ingresos. “Ya presenté notas en el Municipio. Solo pedimos que se nos respete el derecho a trabajar”, insistió.
Respeto por las normas
Si bien desde 2003 una disposición de Prefectura regula la actividad comercial de los guías de pesca, Sánchez afirmó que generalmente no se respetan esas normas.
“Hace 15 años soy guía de pesca autorizado por Prefectura, lo que significa tener todos los papeles al día y realizar cursos y capacitaciones pagas. Lamentablemente, todos sabemos que muchos trabajan de esto solamente con un carnet deportivo”, apuntó, consignando que “no se debería esperar que suceda una desgracia en el agua para tomar cartas en el asunto”.
Finalmente, reclamó a las administraciones de los distintos estamentos que ‘hagan algo por esta actividad’. “Berisso es uno de los lugares de pesca importantes en el país. Es una actividad que atrae a mucha gente”, subrayó.
