Días atrás se dio ingreso en el Concejo Deliberante a un proyecto de Ordenanza que apunta a prohibir la instalación temporaria o permanente de criaderos de perros y gatos en domicilios particulares del distrito.
La iniciativa, que dio origen al expediente 117/2022, es promovida por el concejal Agustín Celi, del bloque unipersonal del Frente Renovador, y responde a un reclamo de la protectora de la ciudad dado el crecimiento del número de animales abandonados en la vía pública, tanto mestizos como de diferentes razas.
Entre las medidas solicitadas se apunta a prohibir en todo el distrito la compra y venta de animales (caninos y felinos), la exhibición de animales de cualquier especie en comercios habilitados con fines comerciales, la entrega de animales como premio u obsequio en cualquier concurso o evento público como privado, así como el traslado de perros y gatos con fines comerciales.
Entre los argumentos que exponen los promotores de la iniciativa figura la situación que dejan a la vista las inspecciones que lleva adelante el área de Control Urbano ante diferentes denuncias de vecinos. En dichas instancias, aseguran, suele advertirse “el pésimo estado de salud y la falta de controles sanitarios de los animales de compañía y otros que son explotados para la reproducción”, remarcando la falta de higiene, de plan sanitario y de una buena alimentación de los ejemplares.
Las medidas, evalúan del mismo modo, ayudarían a “desalentar la compra de animales e incentivar la adopción”. Del mismo modo, la aprobación del expediente abriría la puerta a la generación de un programa municipal de adopción responsable de perros y gatos, en articulación con organizaciones proteccionistas y proteccionistas independientes.
Tras recordar que en la Municipalidad no existe rubro alguno que habilite la venta de animales domésticos, perros, gatos, aves y otros, desde la protectora que impulsa la Ordenanza se pone el acento en que la nueva normativa no prohibiría al ciudadano tener el perro que quisiera, si se establece que ese animal no es producto de la explotación, compra o venta en la ciudad. Las sanciones que se proponen van de multas a clausuras, con el lógico decomiso de los animales.
“De ser aprobada, esta normativa se sumaría a la de varios municipios del país que ya dan por terminada la explotación comercial de animales mediante los criaderos, y que apuestan al control poblacional de perros y gatos por medio de la castración, el cuidado responsable y la adopción”, afirmaron proteccionistas locales, mencionando por otra parte que el bloque oficialista en el Concejo se encuentra trabajando en la normativa de animales de compañía, que derogaría la Ordenanza 3555/17. “Dicha norma es calificada por especialistas en la materia como anticonstitucional y no llega a atender los verdaderos problemas que se dan en la ciudad con los animales”, afirman desde el sector.
