Además de la negociación salarial docente, otro de los puntos que suele influir y en ocasión determinar el inicio del dictado de clases es el estado de los edificios escolares. En este caso, la presidente del Consejo Escolar, Elizabeth Franchi, aseguró que en los últimos días se intensificaron las acciones para procurar reducir al mínimo el riesgo de inicio y dar garantías respecto a que los chicos estarán seguros y en un ambiente adecuado para aprender.
Según detalló Franchi, ya se culminaron las obras en la Escuela N° 501 donde la empresa Camuzzi había retirado el medidor. Tras reemplazar la conexión se restableció el servicio. Se realizaron además trabajos de desagües y cañerías. A estos trabajos se sumaron el cambio de tanque y cisterna en la Escuela N° 17, se cambiaron 7 puertas que fueron violentadas en la Escuela N° 25 y se construyó un baño en el CEA 14.
En relación a la Escuela Agraria, edificio que fuera blanco de robos en dos oportunidades, se explicó que, más allá de los inconvenientes que mediaron, la obra se finalizará en algunos meses.
“Insistimos durante estos dos años para que la empresa, que no había cumplido en tiempo y forma, entregue el edificio que sufrió dos hechos de vandalismo: en septiembre del año pasado, cuando la escuela estaba a cargo de Avistar, y a comienzos de este año”, recordó la titular del Consejo.
En las últimas semanas, la DGCyE decidió traspasar la obra. Ahora, que depende del Consejo Escolar, se busca a través del consejero Omar Medina finalizar los trámites de luz y agua. Por su parte, la provincia correrá con un gasto aproximado de 600 mil pesos para reemplazar los elementos que rompieron durante el último ataque vandálico.
Párrafo aparte merece la situación de la Escuela N°18 de Villa Zula, que el pasado 17 de diciembre fue afectada por un intenso temporal de lluvia y viento.
A partir de las serias consecuencias que provocó en el edificio de la calle 176 y 38 el fenómeno, los papás comenzaron a movilizarse. Las mamás de cuarto grado vieron que ‘corrían los días y los meses’ y la obra no avanzaba.
“Sabemos que la escuela está destruida por dentro. Hay agua en los pasillos, cables caídos, cortados, no hay luz. Las maestras se trasladaron a la Escuela 22 para poder compensar. No tenemos respuesta”, plantearon la semana pasada. “Tenemos derecho a saber lo que pasa porque somos papás. Nuestros nenes tienen derecho a la educación. Nos movilizamos en forma pacífica y respetuosa”, explicaron.
Buscando respuestas, los padres se reunieron con consejeros escolares. Tras el encuentro, describieron que lo que les resta es ‘esperar’. “No podemos avanzar más tampoco. Tenemos que esperar que corran los días”, plantearon.
Trabajos avanzados
Ayer, la presidente del Consejo Escolar, Elizabeth Franchi, aseguró que las clases en la Escuela Primaria 18 podrán iniciarse con total normalidad, dado lo avanzado de las tareas previstas para subsanar los inconvenientes generados por el fuerte temporal de hace semanas. En tal sentido, mencionó que ya se concretaron las refacciones que el edificio necesitaba en lo que hace a reparación de techo y cielorrasos e instalación eléctrica. “Ahora, personal de cooperativas de trabajo lleva adelante acciones de limpieza y pintura y durante el fin de semana seguirá el trabajo para dejar en perfectas condiciones los baños”, subrayó.
