Concejales del interbloque del peronismo (PJ-FPV y Frente Peronista Berissense) y del Frente Renovador recibieron a referentes de la protectora local “Gestión Prodea”, para comenzar a analizar reformas o actualizaciones que puedan requerir las ordenanzas vigentes referidas a animales (tenencia responsable, razas potencialmente peligrosas, equinos en la vía pública, etc.).
Días atrás, como se consignara en estas páginas, desde Gestión Prodea se había hecho pública la preocupación por la superpoblación canina en estado de calle y por el riesgo para la salud pública que también representan los caballos sueltos. En el mismo sentido, se había pedido al Ejecutivo comunal que recupere el área de Remonta (para trasladar equinos que se encuentren en la vía pública) y se cree un espacio con caniles para alojar transitoriamente a animales mordedores.
Los proyectos analizados junto a los concejales que participaron de la reunión van justamente en esas dos direcciones. En el primer caso, los proteccionistas plantean la necesidad de derogar o hacer modificaciones sustanciales a la Ordenanza vigente desde 1996. “Los animales secuestrados que no fueran reclamados ya no podrían ser rematados ni vendidos como determina la vieja ordenanza, sino otorgados en adopción responsable a instituciones de bien público dedicadas a equinoterapia o zooterapia, o a ciudadanos que cuenten con recursos para su mantención y cuidado”, precisan desde la ONG, marcando también la necesidad de sancionar a dueños ‘irresponsables’.
El otro proyecto analizado es el de crear un Centro de Observación de Animales Mordedores. “Berisso siempre dependió del ex-antirrábico, pero a raíz de su cierre nunca creó su propio centro como si lo hicieron otros municipios”, describen los proteccionistas. En tal sentido, advierten que actualmente, un animal que se encuentra sin responsable en las calles y que es denunciado por mordedura sigue en la calle. “Se termina atendiendo solo a la víctima, incumpliéndose lo que determina la Ley de Profilaxis (8056), siendo el Municipio el responsable directo y quien debe implementar políticas de salud pública”, sostienen.
Por eso, el objetivo apunta a que la Comuna cuente con un predio con caniles adaptados para la observación obligatoria de 10 días de los perros mordedores. “Una vez cumplido ese plazo, la Municipalidad debería esterilizarlos y vacunarlos y se los debería trasladar a un predio paralelo que los albergue una vez que estos reciban el alta, entendiendo que un animal mordedor no puede regresar a la calle”, indican desde Prodea. Del mismo modo, consideran que a través de un trabajo en conjunto entre el Estado y las organizaciones proteccionistas se podría trabajar en la posterior adopción responsable de los animales que recibieran el alta.
