Lo revelan datos estadísticos de 2016. Desde el área local de DDHH piden a las familias estar atentas frente a ciertos indicadores.
En Argentina, la tasa de suicidios es superior a la de homicidios. Así lo revelan las estadísticas de 2016, que marcan que para una población de 100 mil habitantes el porcentaje de homicidios se calcula en un 5,5 % y el de suicidios en un 7,6%. Esa diferencia se incrementa en ciudades como Berisso, donde el índice de homicidios es muy bajo.
En los últimos meses, el número de suicidios de personas jóvenes (el último tuvo como víctima a un chico de 14 años y se registró esta semana en 18 entre 159 y 160) encendió una luz de alerta.
Daniela Goga, responsable del área comunal de DDHH, mencionó que para evitar que el fenómeno se extienda es preciso que las familias estén atentas a múltiples factores, entre los cuales se cuentan el entorno social del joven, el comportamiento, los hábitos de consumo de drogas, la apatía, trastornos del sueño, asilamiento, encierro o expresiones reiteradas sobre la muerte.
También es importante que los medios de comunicación den un tratamiento adecuado a la cobertura de este tipo de hechos. “Existen estudios que demuestran que hablar y mostrar suicidios causan un efecto dominó”, describió Goga.
Teniendo en cuenta la influencia de los medios sobre este tipo de conductas, desde la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud llaman permanentemente a abordar la temática en forma responsable.
“Ciertos tipos de cobertura pueden ayudar a prevenir la imitación del comportamiento suicida. No obstante, existe siempre la posibilidad de que la publicidad sobre el suicidio pueda hacer que éste parezca ‘normal’. Una cobertura repetitiva y continua del suicidio tiende a inducir y a promover pensamientos suicidas, particularmente entre los adolescentes y los adultos jóvenes”, explican desde dichas organizaciones.
