Gisela es hija de José. Juntos soñaron tener su propia librería. Al impulso por el anhelo se sumaron circunstancias fortuitas y hace un año y medio iniciaron el camino de Papiros.
No parecía el momento más propicio. Sin embargo, la idea de echar a andar el proyecto surgió en días de pandemia. “Abrimos con mi papá José en junio de 2021, ante un panorama que no parecía demasiado favorable”, apunta Gisela Da Silva, integrante de esta sociedad familiar de ávidos lectores.
En los duros días de aislamiento, recuerda, no quedaba mucha alternativa que comprar a la distancia, pagar envío y esperar. “¿Por qué no una librería en Berisso?”, surgió entonces la pregunta, a la vista de que la última había cerrado al menos cinco años antes.
Cerrando un ciclo en su anterior actividad y con ganas de embarcarse en un proyecto que le permitiera vivir a pleno el amor por los libros y la literatura, la emprendedora se hizo al mercado.
El nombre de la flamante librería surgió por votación y cotejando impresiones y consejos de familiares y amigos. Fueron también ellos quienes transmitieron ánimo para avanzar, no sólo con expresiones de acompañamiento, sino también poniendo manos a la obra en la pintura de paredes y mobiliario, entre otras labores.
Los estantes fueron poblándose de obras de géneros diversos, pero también abrieron espacio para volúmenes de escritores de Berisso. Inicialmente, quien se acercó fue Juan Klimaitis; de su producción comenzaron a exhibirse ejemplares de “Aves de Berisso” y “Mariposas de Argentina”.
Por estos días, suman alrededor de veinte los autores locales con obras en el local. Entre ellos se puede citar a Anabella Bruno, Dinora Díaz, Gloria Joray, Jorge Anagnostópulos, Martina Marutke, Miguel Milewsky, Oscar Lutczak, Pablo Suniar Gonda, Susana Astellanos, Víctor Valledor, Silvina López Ojeda, Marcela Di Croce, Rubén Manzini, Fernando Andino, Lautaro Marcotti, Wendy Krukowski y Ana Semenas.
Una grata sorpresa
Un público al que no hubiera apostado inicialmente, confiesa Gisela, es el juvenil. Sin embargo, la sorpresa fue dulce. “Pude advertir que hay muchos adolescentes volcados a la lectura. Ese detalle me impactó y me encanta. Inicialmente pensé que iba a vender mucho para niños y adultos, pero los adolescentes están consumiendo mucha literatura”, expresa, revelando que entre los títulos más demandados en los últimos meses se ubicaron por ejemplo “Boulevard” (Flor M. Salvador) o “Heartstopper”, obra de Alice Osteman sobre temática LGBTQ+, amistad y romance adolescente que inspiró una serie homónima producida por Netflix.
El parámetro para elegir los libros que poblarán los anaqueles del local de Montevideo entre 16 y 17 combina gustos personales con novedades, pero sobre todo tiene que ver con pedidos que van formulando los clientes lectores.
“A veces sucede que surge la demanda de libros que inicialmente no se me hubiera ocurrido traer, así que voy adaptándome. También se acercan padres y madres a buscar ejemplares de obras que piden en los colegios, por lo que también tratamos de abastecernos en ese campo”, describe la titular de la librería. “Intenté traer autores que en lo personal me gustan mucho, con algunos encontré eco y con otros no tanto”, observa para concluir que finalmente quien elige es el público.
A la venta de libros nuevos se agregan en el local la venta de artículos de papelería. También comienzan a cobrar forma algunas actividades relacionadas con el mundo literario. En ese terreno, por ejemplo, ya está en marcha un taller mensual de literatura coordinado por Mónica Moreyra, una escritora ‘amiga de la casa’. “Cada uno trae su material, ya sea poesía o narrativa en distintos géneros. Se comparte la lectura, se plantean actividades y se plantean disparadores para el encuentro del mes siguiente, como escribir una autobiografía, reflejar un sueño o inventar una historia con determinado personaje. Es una actividad muy enriquecedora”, indica Gisela.
Más lectura, en un contexto difícil
Contra las evidentes consecuencias nefastas -empezando lógicamente por la pérdida de numerosas vidas- pandemia y aislamiento generaron en el plano de los hábitos cierta re-conexión con la lectura.
“Mucha gente se refugió un poco más en los libros, se reconectó con el hábito de la lectura”, expone desde su experiencia Gisela, aún cuando es consciente de la actual supremacía de otros hábitos ligados a dispositivos digitales.
El desafío de convocar a más gente a leer, evalúa, pasa un poco también por la idea de generar comunidad. “A veces se acercan personas que piden recomendaciones. Hay otras que nos recomiendan títulos, tanto al visitar el local como a través de nuestra cuenta de Instagram. Eso nos entusiasma”, revela.
La librería abre sus puertas de lunes a sábados de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:30. Para hacer contacto se puede visitar su cuenta en Instagram (@papiros.libreria_) o enviar un mensaje de Whatsapp al (221) 597-8212.
