La Casa de la Poesía entrega ejemplares que integraron la biblioteca de la Mutual 10 de Junio a la que acudieran varias generaciones de trabajadores de la carne.
Después de la desaparición física de Yolanda Peluso, mentora y alma de la Asociación Mutual 10 de Junio, unos 30 mil libros quedaron en la biblioteca popular que funcionaba en la sede de 166 entre 9 y 10.
En noviembre del año pasado, se decidió dar otro uso al espacio. Por eso, integrantes de la Casa de la Poesía comenzaron a trabajar para que esos volúmenes tuvieran un nuevo y especial destino.
Poetas y escritores se organizaron para rescatar los libros y devolvérselos a la sociedad, que es ‘a quien pertenecen’, detalla Marcela Di Croce, referente del espacio cultural. Así, obras cumbres universales y escritos de contenido diverso llegaron a escuelas o se posaron sobre paradas o asientos de colectivos. También se entregaron en las calles y en espacios públicos.
“Lo importante es que los libros vuelvan a la gente. En ese marco difundimos también el trabajo de la Casa de la Poesía, las actividades que estamos desarrollando, en todos los casos con la colaboración de escritores y poetas; no hay colaboración económica de nadie”, remarcó.
La biblioteca Florentino Ameghino, que junto con la Pestalozzi era una de las más antiguas de la ciudad, fructificará también en encuentros que organiza la Casa de la Poesía. “Hicimos un homenaje a Lito Cruz y donamos libros de teatro”, ejemplificó Di Croce.
Quienes estén interesados en obtener algún ejemplar pueden acercarse a la sede de calle 159 Nº996 (entre 11 y 12) después de las 15:00. Allí también se puede concurrir para conocer las actividades literarias que se realizan, con la presencia de escritores nacionales o internacionales. El contacto a través de Facebook puede hacerse buscando ‘Marcela Fabiana Di Croce’ o ‘Casa de la Poesía’.
