Desde su llegada a la presidencia del Astillero Río Santiago (ARS), Pedro Wasiejko planteó la necesidad de otorgar un nuevo status jurídico a la empresa que emplea en la ciudad de Ensenada a unos 3.200 trabajadores, entendiendo el cambio como un paso fundamental para la recuperación de su capacidad productiva.
En las últimas horas, el proyecto orientado a dar forma a una nueva ‘Sociedad del Estado’ es el que más fuerza tomó en el ámbito de la misma administración, dado el visto bueno que dicha figura tendría entre referentes políticos y sindicales de la región.
Fundado en 1953, el Astillero Río Santiago, fue parte en sus inicios de la firma estatal AFNE, con dependencia del Ministerio de Marina. En 1969 se la transformó en una Sociedad Anónima del Estado y en la década del ‘90 se la traspasó al gobierno de la provincia de Buenos Aires, por lo que actualmente se encuentra dentro de la estructura del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica.
El nuevo presidente de la constructora naval y metal-mecánica repasó que décadas atrás, la planta funcionó bajo la figura de una ‘Sociedad Anónima del Estado’, figura que inicialmente consideró como una variante posible para dar inicio a una nueva propuesta de desarrollo.
Con la meta de avanzar en el análisis de la estrategia a seguir, la semana pasada se llevó a cabo una reunión de la que participaron entre otros el intendente berissense Fabián Cagliardi; el secretario de DDHH de Ensenada, Carlos Dabalioni; integrantes del Observatorio Productivo Nacional y trabajadores jubilados del ARS, junto al gerente comercial de la empresa, el berissense Emanuel Ruiz, y el presidente del Frente Grande, Eduardo Sigal.
Tras el encuentro, un parte informativo emitido desde la misma empresa aludía al respaldo que los concurrentes al encuentro habían dado a los cambios que impulsan para el ARS las actuales autoridades. Sin embargo, se generó cierto malentendido en lo que hace a la posición sobre la figura jurídica en la que deberían basarse esos cambios.
Referentes gremiales y de distintas organizaciones ligadas a la vida del ARS, así como autoridades políticas de Berisso y Ensenada aclararon de inmediato que si bien había absoluta coincidencia respecto de la continuidad del manejo estatal, no existía ninguna intención de que la fábrica se transformara en Sociedad Anónima.
Ante el pedido de aclaración sobre el punto que formularon referentes de ATE Ensenada, Wasiejko aseguró que la consigna que defienden los trabajadores para que el ARS siga siendo totalmente estatal coincide con el pensamiento de las actuales autoridades.
“No hay ningún conflicto con este tema. Además siempre hemos promovido un Estado con capacidad productiva, más allá de que pueda haber diferentes figuras jurídicas. En la cuestión de que el Astillero sea cien por ciento estatal estamos todos de acuerdo”, afirmó en entrevista cedida a este medio.
El cambio de la figura administrativa, insistió, permitiría conforme a su visión operar con las herramientas necesarias en la actual coyuntura. “De otra forma, se trata de seguir generando el mismo daño que se viene sufriendo desde hace años y que trae aparejado el retraso para que el Astillero se maneje como una empresa normal. Se siguen padeciendo las consecuencias del paso a ser un Ente de la órbita provincial luego de funcionar como una Sociedad Anónima del Estado. Si a eso le sumamos el daño político que hizo el gobierno de Vidal y Macri, eso se agrava. Creo que llegó la hora de cerrar este ciclo y comenzar uno nuevo”, afirmó.
Los beneficios que derivarían de la constitución de una nueva ‘Sociedad del Estado’, expresó también Wasiejko, tendrían que ver por ejemplo con la gestión en la compra de insumos y con todo lo vinculado a los activos financieros. “Eso permitiría tener ahorros y usarlos cuando sean necesarios, además de protegerlos en divisas. También nos habilitaría a ser sujeto de crédito nacional de forma directa y poder contratar con diferentes actores como lo hace Tandanor, una armadora del Estado nacional del área de Defensa que puede hacer estas acciones”, ejemplificó.
Nuevo encuentro con intendentes y gremio
Con el ánimo de retomar el debate sobre las políticas a impulsar y de limar cualquier principio de aspereza, el lunes el Palacio Municipal de Ensenada se transformó en sede de un nuevo encuentro al que asistieron además del presidente del ARS, el intendente anfitrión Mario Secco, su par berissense Fabián Cagliardi, y Francisco Banegas y Pablo Rojas, principales dirigentes de la mesa directiva de ATE Ensenada.
“Llegamos a un acuerdo para impulsar las transformaciones necesarias de un Astillero totalmente estatal. La idea es que los cambios se pongan en marcha y tengan futuro”, afirmó Wasiejko, sobre lo tratado en la oportunidad.
La conformación de una ‘Sociedad del Estado’, observó además, permitiría acelerar procesos administrativos que actualmente deben encararse bajo la órbita provincial.
“El sistema de licitación y contratación del gobierno provincial es el que se usa y está adaptado para la administración pública en general. Lo que está claro es que para el ámbito productivo es nocivo”, puso de relieve el titular de la empresa. “Desde 1993 hubo intentos de poner en marcha el Astillero con propuestas interesantes, pero pasan los momentos, hay cambios de gestión, y se vuelve a profundizar la crisis con un mayor nivel de deterioro. Así termina siendo una empresa que no puede hacer la readecuación de su capital de trabajo de una manera sistemática y ordenada. Entonces de vuelta se cae en un pozo que cada vez se hace más profundo. La salida es dotar a la administración de las herramientas necesarias para manejar las cosas como corresponde y con proyección de futuro”, afirmó el funcionario.
También se refirió a la figura de ‘Sociedad Anónima’, sin desconocer que en algún momento se barajó como alternativa. “Es una figura que yo planteaba porque es más ágil desde el punto de vista de la cuestión de acceso al crédito internacional y a otras alternativas, pero lo que importa es que haya un cambio y la figura de Sociedad del Estado es totalmente válida. En la reunión del lunes tomamos la decisión de empujarla, porque necesitamos que haya un cambio. Lo que más cercano tenemos y lo que genera consensos más rápidos es la Sociedad del Estado, así que vamos por ahí”, sentenció, adelantando que una vez redondeada, la propuesta se elevará a las autoridades provinciales, “quienes dispondrán los pasos a seguir”.
En paralelo a la búsqueda del ordenamiento administrativo seguirá el plan de acelerar con los operarios la culminación de trabajos pendientes. También se procura que el ARS resulte excluido, cuando menos en forma parcial, del ámbito de la Zona Franca.
También queda por definir si un potencial proyecto aprobado por el Ejecutivo debería pasar por la Legislatura. “Lo estamos evaluando técnicamente y viendo el mejor camino a tomar. Queremos ver cuál es la mejor estrategia para contar con estas herramientas lo más rápido posible. Debemos definir si el cambio debe efectuarse a través de una ley o de un decreto, o de ambas figuras”, planteó.
Relación con gremios y trabajadores
Para referirse a su relación con los operarios de la empresa, el representante del gobierno provincial efectuó en primera instancia un repaso de su propia trayectoria gremial.
“Los trabajadores tienen que entender que antes de ser presidente del Astillero, del Consocio Portuario y secretario general del Frente Grande, tengo una carrera gremial política como fundador de la CTA y como secretario general de la Federación de Trabajadores de la Energía, Industria, Servicios Afines y del Sindicato del Neumático. Soy el que ha firmado participación en las ganancias con una compañía privada, cosa que no existe en otros gremios”, reivindicó. “Siempre busqué fortalecer el derecho y la participación de los trabajadores. No hay nada más alejado en mí que ir hacia a la actividad privada cuando algo se puede hacer con el Estado”, sostuvo también.
A esto agregó que se desempeñó durante muchos años como trabajador en fábricas y que cree en el Estado como un actor vital en la generación de empleo y producción. “No necesito que me vengan a convencer de esas cosas. Tengo para poner sobre la mesa cuestiones de defensa de derechos de los trabajadores, mucho más que algunos que declaman por ahí que son obreros socialistas y después en la práctica, en lo que tiene que ver con la construcción política, se mueven con métodos de la derecha o facciosos”, argumentó.
“Creo en la democracia, en la participación y en que estamos maduros para hacer una empresa que sea cien por ciento estatal y que funcione como corresponda”, definió en el mismo sentido.
También dejó un dardo para quienes convocaron a la movilización del martes (ver aparte), para oponerse a una ‘hipotética privatización’. “No creo que los que organizaron esto cuenten con el apoyo de la mayoría de los trabajadores. Podrán sí representar a algunos, no le niego representación a nadie. Pero de lo que estoy seguro es que estamos hablando con el Sindicato y otros sectores que sí representan a los empleados y vemos la necesidad que manifiestan de que el ARS vuelva a funcionar. Tienen muy en claro de que sea totalmente estatal, pero quieren que funcione. En ese sentido no veo problemas”, indicó.
“El interés de algunos grupos minúsculos es aparecer haciendo referencia a cuestiones que escapan de la realidad. Tienen más que nada una cuestión de contenido electoral. Ni siquiera les preocupa hablar con las autoridades del ARS, se guían por comentarios y hacen afirmaciones públicas que no tienen ninguna base ni asidero”, cuestionó finalmente.
