El desplazamiento de dos trabajadoras de planes sociales que colaboraban con la institución pone en aprietos al espacio que custodia la memoria de la ciudad.
El Museo 1871, que funciona en 32 casi Montevideo, en el viejo edificio de la Toma de Agua, podría dejar de atender al público regularmente.
Si bien su presidente Oscar Rodríguez entró en conversaciones con el Ejecutivo comunal, al cierre de esta edición aún no se alcanzaba un acuerdo para ver si se podrá reemplazar a las dos trabajadoras de planes sociales que se ocupaban de abrir y cerrar las puertas de jueves a domingos para que puedan concurrir las escuelas y el público en general.
Rodríguez advirtió que previendo la situación que generaría el desplazamiento de las trabajadoras citadas, intentó contactarse con autoridades comunales, llegando a entrevistarse con el Secretario de Gobierno, Claudio Topich.
Los días corrieron y finalmente se conoció que las dos mujeres ya no cumplirían tareas en la institución que fundara Don Luis Guruciaga y que, desde hace 16 años, continúa Rodríguez.
“Nos duele mucho porque intentamos que esto no suceda, que la sangre no llegue al río”, expuso el actual presidente de la entidad.
En una de sus tantas visitas al Museo, la historiadora, investigadora del Conicet y autora de ‘La vida en las fábricas’, Mirta Lobato, intentó buscar una respuesta proponiendo capacitar a las empleadas que desde hace 6 años cumplen tareas. A partir de una formación en política, historia y cultura, ellas podrían continuar con sus tareas si es que se habilita la figura por parte del Ministerio de Desarrollo Social.
“Sé que es un tema que quizás exceda al intendente, pero se deben viabilizar los mecanismos para intentar que las puertas continúen abiertas. Hay un esfuerzo grande de la gente del Museo y de la que quiere a Berisso y sería un hecho injusto. Sé que hay buena voluntad y no quiero que se use lo que está pasando políticamente”, consignó Rodríguez.
Iniciada la semana, Rodríguez se reunió con el intendente Nedela, el Jefe de gabinete José Manuel Méndez, el Secretario de Gobierno Claudio Topich y el Secretario de Economía Alberto Amiel. “Lo que hacemos es por amor a Berisso, a su gente. Es un trabajo que está destinado a futuras generaciones”, describió el responsable de la institución esperando que finalmente el reclamo quede en letra muerta.
